República Dominicana, como economía abierta, está íntimamente conectada con el panorama global, donde las decisiones y eventos internacionales influyen en su desarrollo socioeconómico. Recientemente, la industria turística dominicana ha experimentado un cambio significativo, con Estados Unidos y Canadá impulsando su recuperación, mientras se registra una notable disminución en los pasajeros provenientes de Europa.
La «crisis de los vuelos», según lo describe Jacqueline Mora, viceministra técnica del Ministerio de Turismo, se atribuye a varios factores, incluyendo el aumento del precio del petróleo, conflictos geopolíticos y la incertidumbre política global. Esta situación se refleja en una caída del 27.1% en el número de pasajeros europeos en 2023 en comparación con el año anterior, representando una disminución de 353,362 turistas.
A pesar de estos desafíos, el descenso en los vuelos ha estimulado el crecimiento de vuelos de bajo costo, un sector que merece atención para su desarrollo continuo. Además, se observa un cambio en los mercados emisores, con un aumento significativo de pasajeros provenientes de América del Sur, especialmente de países como Colombia, Argentina y Chile.
La conectividad aérea se posiciona como un pilar fundamental para la economía dominicana, no solo en el turismo sino también en la movilización de bienes esenciales. Se destaca la importancia de mejorar la conectividad nacional mediante vuelos directos entre diferentes regiones del país, lo que podría impulsar aún más la economía local.
La visión a futuro incluye la posibilidad de realizar viajes internos similares a los de Estados Unidos, lo que tendría un impacto significativo en la generación de divisas y el crecimiento del producto interno bruto. Con más de cinco millones de pasajeros movilizados en el primer trimestre de 2024, el sector de la aviación en República Dominicana sigue mostrando un potencial considerable para el desarrollo económico del país.
Fuente: caribbeannewsdigital
