La exitosa serie de Netflix, Love Is Blind, sorprendió a su audiencia con una locación espectacular en su octava temporada. En esta edición, los participantes recién comprometidos viajaron a la isla de Roatán, en Honduras, para vivir su luna de miel y poner a prueba su conexión fuera de las cabinas.
El reality, que cautivó al público por su innovador formato en el que los concursantes se comprometen sin haberse visto en persona, eligió uno de los destinos más impresionantes del Caribe hondureño para que las parejas disfruten momentos inolvidables.
Un impacto positivo para el turismo local
La grabación de Love Is Blind en Roatán no solo proyectó al mundo la belleza de la isla, sino que también ha representado un impulso para el sector turístico. Hoteles, transporte, centros de actividades, seguridad, restaurantes y otros proveedores locales se han beneficiado con la llegada del equipo de producción y los participantes del programa.
“Hoy es un día muy especial. Celebramos la salida en vivo de la temporada número 8 de Love Is Blind, una de las series más importantes de Netflix y de Estados Unidos”, expresó Diego Padula, gerente general del Kimpton Grand Roatán, uno de los alojamientos destacados en esta edición.
La elección de Roatán como escenario generó un gran interés internacional, consolidando a Honduras como un destino ideal para el romance y la aventura.
