Con un despliegue de música, danza, historia y sabor, las celebraciones de San Juan y San Pedro se consolidan como una de las expresiones culturales más representativas de Colombia. Estas festividades, que tienen lugar entre finales de junio y comienzos de julio, atraen a miles de visitantes locales, nacionales e internacionales, generando un fuerte impacto en la economía y en el posicionamiento turístico de las regiones anfitrionas.
Tulio Pizarro Aguilar, columnista de Tres60.travel y especialista en turismo colombiano, destacó desde Bogotá la riqueza cultural y turística que envuelven estas celebraciones. En diálogo con el equipo, explicó que las fiestas combinan elementos religiosos heredados de España con tradiciones ancestrales indígenas propias de los departamentos de Tolima y Huila. En ese marco, el Festival del Bambuco, declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 2006, se convierte en el corazón de estas festividades, con actividades que incluyen competencias folclóricas, muestras gastronómicas, desfiles de autos clásicos y la participación de delegaciones internacionales.
“El Festival del Bambuco en San Juan y San Pedro no solo es un evento artístico, sino una plataforma que visibiliza nuestra diversidad cultural ante el mundo”, señaló Pizarro. Las ciudades de Neiva (capital del Huila) e Ibagué (capital del Tolima), junto con municipios como El Espinal, Natagaima y Coyaima, son los principales escenarios donde se vive con intensidad el folclore colombiano, especialmente a través de ritmos tradicionales como el bambuco y el sanjuanero.
Además del impacto cultural, Tulio remarcó la importante movilización de turistas que generan estas fiestas, especialmente desde Bogotá y otras capitales departamentales, con beneficios directos en sectores como la hotelería, la gastronomía y el comercio. “El movimiento turístico que generan estas fechas deja dividendos muy importantes para las economías regionales y refuerza la identidad local”, explicó.
Entre las propuestas destacadas, también mencionó el Festival Gastronómico de la Lechona, que se celebra en la localidad Uribe Uribe, al sur de Bogotá, como una alternativa urbana que mantiene vivo el espíritu de las festividades tradicionales. La lechona tolimense —plato típico a base de cerdo— se transforma allí en una experiencia cultural y culinaria única para residentes y visitantes.
Las fiestas de San Juan y San Pedro no solo reflejan la riqueza del pasado colombiano, sino que proyectan su vitalidad hacia el futuro como motor de desarrollo turístico y orgullo nacional. “Estas son celebraciones llenas de alegría, talento y creatividad, que merecen ser vividas”, concluyó Pizarro, quien aprovechó para invitar a los equipos de Tres60.travel a ser parte de la próxima edición.