Search
Close this search box.

Sanya levanta su confinamiento por covid

Compartir:

Las autoridades de la ciudad turística china de Sanya (sur) dieron a conocer a los medios que pusieron fin al confinamiento impuesto a comienzos del pasado mes de agosto para atajar un rebrote de covid. 

Sanya, situada en la isla de Hainan y conocida por sus hoteles de lujo y playas tropicales, anunció el «restablecimiento de la vida y la producción normales», según informó el medio China News Service.

El transporte público y los  vehículos particulares recuperaron el permiso para circular y la mayoría de los negocios podrán reabrir sus puertas, aunque, de momento, los restaurantes verán limitados sus servicios a los pedidos a domicilio o para llevar.

En tanto, otros establecimientos como salas de cine o karaoke, bares o cibercafés permanecerán cerrados.

Asimismo, los residentes deberán presentar una prueba negativa de PCR realizada en las 48 horas previas para poder entrar a lugares públicos y una efectuada en las 24 horas previas para el día que regresen a su puesto de trabajo.

Restricciones 

El pasado 4 de agosto tras detectar alrededor de 70 positivos por covid, las autoridades del popular destino turístico decidieron imponer un confinamiento y como resultado de las restricciones, miles de turistas quedaron varados en Sanya sin poder regresar a sus lugares de origen durante días, período en el cual algunos alojamientos aumentaron el precio de la estancia, provocando la indignación de los viajeros.

Siguiendo la política china de «cero covid», todos los contagiados y sus contactos cercanos han de ser aislados en hospitales o instalaciones destinadas a tal efecto, por lo que las autoridades locales ordenaron la construcción de recintos provisionales para acoger a los infectados.

Cuando comenzó el rebrote que desembocó en el confinamiento, el pasado 1 de agosto, Sanya ha registrado 6.592 casos sintomáticos de covid-19.

La medida de «cero covid» consiste en el ya citado aislamiento de todos los infectados y sus contactos cercanos, un control estricto en las fronteras y campañas masivas de pruebas PCR, limitaciones a la movilidad y confinamientos selectivos o totales allá donde se detecta algún caso.

Además, China se halla cerrada al turismo internacional y cualquier viajero que ingresa en el país asiático ha de guardar una estricta cuarentena de al menos siete días en un hotel costeado por él mismo y asignado por las autoridades.

El país asiático ha sufrido en los últimos meses oleadas de rebrotes atribuidas a la variante ómicron que han provocado cifras récord de contagios no vistas desde el inicio de la pandemia en la primera mitad de 2020, que se saldaron con el confinamiento total o parcial de grandes ciudades como Shanghái (este), Chengdu (centro) y Guiyang (sur) y un considerable impacto económico.

Según las cuentas oficiales chinas, desde el inicio de la pandemia se infectaron 247.724 personas en el país y fallecieron 5.226, aunque la cifra total de infectados excluye a los asintomáticos. 

Fuente:infobae.com