Tras el fin de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, París comenzó a implementar varios cambios que afectan principalmente el transporte público y la infraestructura vial. Entre las principales modificaciones está la reducción del precio del billete de metro a 2,15 euros, luego de haberse elevado temporalmente durante los Juegos, y el aumento gradual de los abonos Navigo a partir de 2025.
En cuanto al tráfico, la ciudad desmanteló la mayoría de las vías exclusivas para vehículos acreditados, lo que debería reducir la congestión. Sin embargo, algunas vías clave, como la autopista A1 y el Boulevard Circulaire, seguirán con restricciones.
Además, la red ferroviaria parisina informó que se retomarán las obras de mantenimiento, afectando varias líneas como el RER y la Línea 14 del metro, con cierres programados hasta diciembre de 2024.
El estacionamiento también experimentará cambios con tarifas más elevadas para vehículos pesados a partir de octubre, así como nuevas multas y restricciones para coches antiguos y contaminantes (Crit’Air 3) a partir de 2025. Estas medidas buscan disminuir el tráfico y promover un entorno más sostenible en la ciudad.