Una de las tendencias que está ganado protagonismo en el último año es el turismo de proximidad, una modalidad de viaje que invita a redescubrir destinos cercanos, evitando las multitudes y disfrutando de experiencias más auténticas y sostenibles.
Ya tras haber quedado en el olvido la pandemia de Covid, se puede decir que, a pesar de que ya no se hable del tema, logró que la industria turística y el mismo viajero cambien sus conceptos y principios. En este sentido, surgió el turismo de proximidad, que implica viajar dentro de los confines nacionales o regionales, explorando las maravillas que se encuentran cerca de casa.
Según un estudio realizado por Tripadvisor en marzo de 2021, el 21% de los encuestados prefiere no alejarse demasiado de su residencia habitual, y un 33% de ellos opta por destinos a más de 90 minutos de distancia. Esta tendencia, conocida en Estados Unidos como «staycation», se refiere a vacaciones cortas y cercanas, ideales para escapar del estrés cotidiano sin recorrer grandes distancias. Actualmente esta medición creció en gran escala entre los turistas consultados.
Para comprender un poco más de esta novedades turísticas, es preciso conocer algunas características:
Pérdida de estacionalidad: Gracias al teletrabajo, los viajeros eligen periodos menos convencionales para sus escapadas, favoreciendo las estancias en momentos de menor ocupación y facilitando un mayor contacto con la población local.
Turismo de baja intensidad: Viajar en coche o en tren se convierte en parte integral de la experiencia, con actividades como trekking, rutas en bicicleta eléctrica y exploración del entorno natural ganando popularidad.
Vacaciones como experiencia: Más allá del descanso, los turistas buscan reconectar consigo mismos y con su entorno, disfrutando de la gastronomía local, paseos al aire libre y actividades en familia o con amigos.
Redescubrimiento de la cultura enogastronómica: Probar productos típicos y sumergirse en la cocina local se ha vuelto un aspecto esencial del viaje, ofreciendo a los turistas la oportunidad de conocer los orígenes de los alimentos y saborearlos en su contexto cultural.
El turismo de proximidad abre un abanico de oportunidades para los operadores que aprovechan comercialmente esta tendencia y para lo cual deben tener en cuenta estas requisitorias, que no son más ni menos que las mismas que se implementaban durante el periodo de la pandemia y quedaron como nuevas normas.
- Comunicar el territorio: es fundamental utilizar herramientas digitales, como blogs y redes sociales, para destacar las maravillas locales mediante imágenes y videos atractivos.
- Productos típicos y experiencias locales: ofrecer a los visitantes una bienvenida personalizada con productos locales, y facilitar la conexión con la gastronomía y el entorno a través de guías de restaurantes, bodegas y actividades al aire libre.
- Flexibilidad en tarifas: Implementar tarifas dinámicas que se adapten a la demanda y a las condiciones del mercado, brindando opciones atractivas para los viajeros.
- Espacios para teletrabajo: hoteles y B&B pueden aprovechar el interés por el teletrabajo ofreciendo espacios adecuados para ello, combinando alojamiento con oportunidades de trabajo remoto.
- Visibilidad en Google: mantener actualizada la ficha de Google My Business y explorar herramientas como Google Hotel Ads para maximizar la presencia online y facilitar las reservas.
El turismo de proximidad se posiciona como una alternativa viable y atractiva. Esta modalidad no solo impulsa la economía local, sino que también responde a una creciente demanda de experiencias más conscientes y sostenibles, acercando a los viajeros a lo que realmente importa: disfrutar de cada momento y redescubrir lo cercano.
