A pesar de las advertencias internacionales de no visitar Afganistán debido a su situación de violencia e inestabilidad bajo el régimen talibán, aproximadamente 5.000 turistas extranjeros visitaron el país entre marzo de 2023 y marzo de 2024. Esta cifra es significativamente menor que los casi 90.000 turistas que llegaron en 1970, pero muestra un interés creciente por parte de algunos aventureros.
Gran parte de estos turistas provienen de China, resultado de las buenas relaciones diplomáticas entre Pekín y el gobierno talibán. También se registraron visitas de europeos, según informó Muhajir Farahi, ministro adjunto de Información y Cultura del gobierno talibán.
Aunque los talibanes destacaron la mejora en la seguridad desde su toma del poder en agosto de 2021, la amenaza del Estado Islámico persiste. Recientemente, un ataque en un bazar de la ciudad de Bamiyán, un destino turístico popular por su patrimonio arqueológico, resultó en la muerte de tres turistas españoles y tres afganos, además de herir a otros cuatro turistas de diversas nacionalidades.
El turismo en Afganistán, que solía ser parte del famoso ‘sendero hippie’ entre Europa y el sur de Asia en las décadas de los 60 y 70, disminuyó drásticamente debido a décadas de conflicto. Sin embargo, el país intenta revitalizar su atractivo turístico, promovido en parte por agencias de viajes internacionales que destacan la belleza de sus paisajes montañosos y su rica herencia cultural.
Lugares como Kandahar, Gazni, Mazar e Sharif, Herat, Bamiyán y Kabul son promovidos por su exotismo y atractivo. A pesar de los desafíos, Afganistán sigue siendo un destino con «gemas ocultas» que esperan ser descubiertas por aquellos dispuestos a aventurarse en sus rincones menos transitados.
Fuente: Infobae.