El regreso a la normalidad es un hecho en varios países del mundo, y por esa razón, el gobierno nacional de Colombia decidió no continuar con las exenciones al turismo, como por ejemplo la correspondiente al IVA.
En el 2020, la Ley del Turismo consagró medidas a largo, corto y mediano plazo para fortalecer a este sector clave del país y promover su reactivación, permitiendo que más colombianos, en medio de la difícil coyuntura económica del 2021, accedieran a productos turísticos y pudieran viajar.
Estos alivios, que se mantuvieron hasta el 2022 mediante la ley de Inversión Social, llegaron a su fin, ya que a partir de los primeros días de enero del 2023, los cobros retornaron a la normalidad pese a las peticiones del sector por su continuidad.
Esto quiere decir que los miles de viajeros que gozaron de una reducción del 19% al 5% en el IVA de los pasajes aéreos, pasarán a tener nuevamente el impuesto completo.
El sector hotelero corre con la misma suerte, ya que, la suspensión del pago de la sobretasa de energía, la exención del IVA para servicios de hotelería y turismo registrados en el RNT (Registro Nacional de Turismo) y la exclusión del IVA para la comercialización de artesanías, entre otros beneficios, también llegaron a su fin.
La situación es bastante compleja para los prestadores de estos servicios ya que tienen que trabajar con gastos más altos y navegar “contra la corriente”. Esto se debe también a la dinámica macroeconómica a la que se enfrenta el país, desencadenada por la guerra en Ucrania.
En el caso del sector hotelero, lo que más les preocupa a los empresarios es el regreso del pago de la sobretasa a la energía, pues es uno de los rubros que más pesa en la canasta de costos. Es de recordar que con este cobro del 20%, la actividad hotelera contribuirá nuevamente a los subsidios de energía de los hogares más pobres.
Para José Andrés Duarte, presidente ejecutivo de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), el pago de este servicio esencial es uno de los más costosos, por lo que agregar nuevamente este impuesto repercutirá en las finanzas de los hoteles.
“El costo del kilovatio es el más alto de la región, y lo comparamos así porque estamos compitiendo con el mundo”, advierte el dirigente gremial, quien pidió mantener este alivio, pero no ha tenido respuesta hasta la fecha.
Más desafíos
Aunque si bien este es uno de los dolores de cabeza del sector hotelero, no es el único. El regreso del impuesto a los servicios de hotelería, que tocarán el bolsillo del consumidor, podría significar una disminución en la demanda.
Para el experto Manuel Leguizamón, director de Info consultoria y profesor emérito de la Universidad Externado de Colombia, es evidente que esta situación impactará directamente los niveles de ocupación, en su mayoría a los consumidores locales.
“Lo preocupante es que afectará sobre todo a las pequeñas y medianas empresas que tienen menos margen de maniobra y músculo financiero y si tenemos en cuenta que el sector turístico lo componen un 85% las pymes, será una afectación seria. La reactivación que venía en este año tendrá un golpe muy fuerte con este incremento”, alertó.
Pasajes aéreos por las nubes
La complicada situación la completa el sector aeronáutico, uno de los que más tuvo turbulencias. El alza en el combustible, las restricciones a la movilidad, el incremento en las tasas de interés y la devaluación del peso colombiano han tocado el balance general de las compañías. Y ahora, con el nuevo año, se suma otro reto no menos importante a la lista: el retorno al IVA del 19%, después de una disminución al 5%.
Ante este panorama, las distintas empresas buscarán afrontar estos retos en la medida de sus posibilidades.
El cliente foráneo, opción clave
En medio de este panorama desafiante, otra de las alternativas es enfocarse en el turismo internacional, sector en el que la devaluación ayuda a mitigar dichos impactos.
Fuente: /www.portafolio.co