La ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati, propuso que se cobre una tarifa de 5 euros a cada visitante de la catedral de Notre-Dame, lo cual podría generar alrededor de 75 millones de euros anuales. Dati explicó que estos ingresos podrían destinarse no sólo al mantenimiento de Notre-Dame, en plena reconstrucción tras el incendio de 2019, sino también a otras iglesias en Francia. La reconstrucción de Notre-Dame, impulsada por el presidente Emmanuel Macron con un plazo de cinco años, se encuentra en su fase final, y su reapertura está programada para el 7 de diciembre de este año, seguida de una gran misa el día 8.
En Francia, el laicismo es un principio fundamental, y el Estado financia el mantenimiento de los lugares religiosos clasificados como monumentos históricos, normalmente sin costo de entrada. Aunque el arzobispado de París, propietario de Notre-Dame, no consideró imponer un cobro, Dati sostiene que la práctica es común en otros países europeos y podría beneficiar el estado de conservación de las iglesias francesas.
La idea generó opiniones diversas: algunos habitantes franceses apoyan la propuesta al ver la necesidad de financiar el mantenimiento de las iglesias; mientras que los turistas creen que la contribución a la iglesia debería ser voluntaria y no obligatoria.
Además, Dati sugirió un cargo adicional para turistas de fuera de la Unión Europea en museos y monumentos de renombre, como el Louvre y Versalles, con el objetivo de financiar la renovación del patrimonio nacional. También criticó a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, acusándola de falta de interés en mejorar la protección del patrimonio de la ciudad.