En el corazón de Nueva York, la terminal de autobuses más transitada del mundo está a punto de experimentar una transformación histórica. Con un presupuesto aprobado de $10 mil millones, el proyecto promete modernizar completamente la infraestructura construida en 1950, adaptándola a las demandas actuales de movilidad y sostenibilidad.
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Anunciado oficialmente el pasado 4 de diciembre tras la emisión del “Record of Decision” por la Administración Federal de Tránsito (FTA), esta obra titánica estará a cargo de Foster + Partners y A Epstein and Sons International. El diseño incluye un edificio de 2,1 millones de pies cuadrados con un atrio luminoso, áreas verdes y una entrada central que redefine el paisaje urbano. La terminal temporal prevista para 2028 asegura la continuidad del servicio mientras se desarrolla la construcción.
Con capacidad para manejar un número creciente de usuarios —más de 200 mil diarios actualmente—, y la creación de 6 mil empleos durante su desarrollo, el proyecto no solo mejorará la movilidad, sino también impulsará la economía local. Además, la integración de espacios verdes y medidas tecnológicas refuerzan el compromiso ambiental del plan, marcando un antes y un después en el transporte público de la ciudad.
La gobernadora Kathy Hochul destacó la importancia estratégica de esta obra, señalando su impacto positivo tanto en la experiencia de viaje como en la descongestión vehicular. Con su finalización proyectada para 2032, la renovada terminal promete ser un ícono de eficiencia, sostenibilidad y diseño arquitectónico para Nueva York y el mundo.