El nuevo gobierno de Uruguay, bajo la administración del presidente electo Yamandú Orsi, está evaluando la posibilidad de utilizar la venta regulada de cannabis como una herramienta para potenciar el turismo en el país. En el marco de la transición gubernamental, el Ministerio de Turismo, liderado por Pablo Menoni como nuevo ministro y Ana Laura Caram como viceministra, está analizando estrategias innovadoras que podrían aprovechar la regulación pionera del cannabis en Uruguay, una de las primeras en el mundo.
Durante una reunión reciente con los responsables salientes del Ministerio de Turismo, Eduardo Sanguinetti y Remo Monzeglio, los nuevos ministros destacaron la importancia de establecer un proceso de transición fluido, con el objetivo de aterrizar las bases programáticas del gobierno entrante. Menoni y Caram manifestaron su interés en explorar el potencial del cannabis como un atractivo para los turistas internacionales, aunque subrayaron que cualquier iniciativa en este sentido deberá ser cuidadosamente coordinada con otros ministerios y validada por el presidente Orsi.
Menoni expresó que existe un margen para avanzar en la venta de cannabis a los turistas, aunque también enfatizó que se trataría de un proceso que requeriría un análisis exhaustivo de las implicancias legales y regulatorias. Por su parte, Ana Laura Caram hizo hincapié en la relevancia de profundizar en el marco legal que rige actualmente el uso de cannabis en el país, tanto en su versión recreativa como medicinal, señalando que la experiencia adquirida en áreas como la plantación y el uso medicinal del cannabis podría servir como punto de partida para desarrollar el turismo cannábico.
El Frente Amplio, partido político que asumirá el gobierno en marzo de 2025, busca aprovechar la regulación avanzada del cannabis en Uruguay, que se destacó por su enfoque pionero en la legalización del cannabis recreativo, para atraer un segmento específico de turistas interesados en experiencias relacionadas con el cannabis. A pesar de los beneficios potenciales, los medios locales señalaron que esta propuesta enfrenta desafíos tanto legales como sociales, que deben ser evaluados cuidadosamente para garantizar el éxito de la iniciativa.
El impulso al turismo cannábico en Uruguay podría posicionar al país como un destino atractivo para quienes buscan combinar sus vacaciones con una experiencia vinculada al cannabis, una tendencia que ganó popularidad en otros destinos donde el consumo de marihuana es legal. Sin embargo, el gobierno deberá abordar las implicaciones regulatorias y sociales de esta propuesta, teniendo en cuenta el impacto que podría generar en la percepción internacional del país.
En resumen, aunque el turismo cannábico es una idea que está siendo considerada por el nuevo gobierno, su desarrollo dependerá de una evaluación profunda y la colaboración con diversos sectores del Estado, así como de la adaptación del marco legal vigente. A medida que el país se prepara para asumir esta nueva etapa política, los ojos estarán puestos en cómo se gestionan estos desafíos y en qué medida Uruguay podrá capitalizar su regulación pionera para fomentar un turismo más diverso e innovador.