La conectividad aérea entre Caracas y el resto del mundo sufrió una notable reducción. De los 181 vuelos semanales disponibles previamente, hoy solo operan 83. Este recorte, que afecta especialmente a las rutas hacia Panamá, República Dominicana y Perú, surge tras la controversia electoral en Venezuela y las tensiones diplomáticas con estos países.
La Asociación de Líneas Aéreas Venezolanas (ALAV) alertó que esta medida, vigente desde el 31 de julio, causó una disminución del 54% en la conectividad aérea internacional del país, afectando tanto a pasajeros como a aerolíneas. Según Marisela de Loaiza, presidenta de la ALAV, más de 15.000 asientos semanales ya no están disponibles, afectando no solo al turismo, sino a toda la economía.
Esta suspensión se dio en respuesta a lo que el gobierno venezolano considera intervenciones políticas extranjeras, principalmente tras la reelección de Nicolás Maduro en las presidenciales, cuyos resultados fueron cuestionados por la oposición y parte de la comunidad internacional. La medida se mantendrá indefinidamente, mientras los venezolanos y los viajeros internacionales enfrentan dificultades para conectar con el país.
A su vez, la suspensión de vuelos obligó a los viajeros a buscar rutas alternativas, como escalas en Portugal o España, lo que aumentó la duración y el costo de los trayectos. Las aerolíneas afectadas, así como los aeropuertos venezolanos, notaron una considerable pérdida de ingresos. La presidenta de ALAV subraya que recuperar la conectividad perdida será un desafío, ya que las aerolíneas redirigieron sus aviones a otros mercados.