Vietnam vivió un año excepcional para su industria turística, registrando cifras récord en 2025 tanto en llegada de visitantes internacionales como en ingresos, consolidando así su ascenso como actor clave en Asia-Pacífico. El país logró este repunte gracias a políticas de visas más flexibles, campañas promocionales intensivas y la expansión de conexiones aéreas que permitieron captar nuevos mercados y aumentar el gasto promedio por turista.
Ciudades como Hanoi, Ciudad Ho Chi Minh y Quang Ninh encabezaron el crecimiento, aunque el impulso se extendió a destinos emergentes que apuestan por el ecoturismo, la gastronomía, el wellness y las experiencias culturales. Esta diversificación forma parte de una estrategia nacional orientada a atraer segmentos de mayor valor y mejorar la competitividad del destino.
El gobierno y el sector privado se fijaron metas ambiciosas para el cierre del año, entre ellas el incremento de visitantes, el desarrollo de infraestructura turística y la digitalización de servicios. Estos avances no solo generan empleo e incentivan inversiones, sino que posicionan a Vietnam como un competidor real frente a destinos consolidados, combinando autenticidad, buena conectividad y precios competitivos.
