Wizz Air, la segunda aerolínea low cost más grande de Europa, anunció un ambicioso plan para establecer una base operativa permanente en el aeropuerto de Ben Gurion, Israel, marcando una de las mayores expansiones de su historia reciente. La decisión llega tras una reunión en Jerusalén entre el CEO József Váradi y la ministra de Transportes, Miri Regev, donde la compañía confirmó una inversión de 1.000 millones de dólares para los próximos tres años.
Para el turismo, este anuncio anticipa un escenario de mayor conectividad y potencial reducción de tarifas, factores que podrían impulsar significativamente la llegada de visitantes internacionales. La aerolínea pasará de operar unas 20 rutas actuales a aproximadamente 70 conexiones, con la incorporación de diez aviones basados de manera permanente en Israel, lo que también generará miles de empleos y mayor competencia en el mercado aéreo.

El Ministerio de Transportes afirmó que esta expansión se integra en una política más amplia destinada a reducir el costo de vida y abaratar los viajes al país mediante la promoción del modelo de cielos abiertos. Además, Wizz Air obtendrá franjas horarias preferenciales similares a las de las aerolíneas locales, lo que permitirá salidas matutinas desde Tel Aviv y regresos nocturnos desde Europa, facilitando viajes más ágiles y reduciendo la necesidad de noches adicionales de alojamiento.
La ampliación también abre la puerta a nuevos destinos fuera de las rutas habituales hacia Europa, con posibilidades de conexiones hacia los Balcanes, el Cáucaso, Emiratos Árabes Unidos y Marruecos. Entre las conversaciones con el Gobierno se analiza incluso la opción de operar vuelos domésticos entre Tel Aviv y Eilat, una medida que transformaría la movilidad interna y ofrecería a los turistas un acceso más rápido y económico entre las principales zonas culturales y las playas del Mar Rojo.


