Zipaquirá se posiciona como un destino clave del turismo histórico y religioso en Colombia

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Como cada lunes, Tres60.Travel llevó a su audiencia a recorrer los caminos del turismo internacional. En esta ocasión, el columnista Tulio Pizarro Aguilar aterrizó directamente en Colombia para poner en el centro de la conversación a Zipaquirá, ciudad insignia del turismo religioso, histórico y cultural en Cundinamarca. Su invitado fue Raúl Alfonso Galeano Martínez, abogado egresado de la Universidad de Gran Colombia en Bogotá y exgerente de la emblemática Catedral de Sal. Juntos hablaron sobre el proyecto turístico “Huellas de la Sal”, una ruta que conecta el corazón espiritual de Zipaquirá con su riqueza patrimonial.

“Raúl fue uno de los gerentes de la Catedral de Sal de Zipaquirá y hoy hablaremos sobre la ruta Huellas de Sal, que enlaza la historia viva de esta ciudad”, introdujo Pizarro.

Galeano, miembro activo de la Fundación Nacional de Zipaquirá (Funzipa), respondió emocionado: “Me enorgullece que estemos en sintonía para dar a conocer al mundo entero nuestra ciudad y los proyectos que se desarrollan en términos de turismo. Usted, Tulio, es un hijo adoptivo de nuestra ciudad, porque aunque nació en Barranquilla, siempre ha estado comprometido con Zipaquirá a través de Funzipa”.

Un destino fortalecido por el turismo religioso

En la conversación, Galeano hizo un balance de la reciente Semana Santa y su impacto en la ciudad: “Zipaquirá siempre ha sido un referente en estas fechas por su relevancia histórica y su atractivo espiritual, especialmente con la Catedral de Sal como ícono central. La gente busca espacios de recogimiento y también desea conocer los monumentos religiosos que forman parte de nuestra identidad”.

El entrevistado resaltó la participación de Zipaquirá en un simposio internacional de turismo religioso celebrado en Termas de Río Hondo, Argentina, donde se analizaron los desafíos y oportunidades del turismo religioso a nivel global: “Fue magnífico ver cómo se reconoce el aporte de los espacios religiosos al desarrollo urbano y turístico, pero también se hizo un llamado a preservar estos lugares frente al deterioro causado por el irrespeto de algunos visitantes”, comentó.

“Diariamente, y especialmente en Semana Santa, Zipaquirá recibe visitantes no solo por su espiritualidad, sino también por su cultura, historia, gastronomía y artesanía”, enfatizó Galeano. “Tenemos una ciudad cercana a Bogotá, a solo 35 kilómetros, con fácil acceso, buena seguridad, gente amable y una propuesta turística integral”.

La Ruta Huellas de Sal: un puente entre el pasado y el presente

Uno de los momentos clave de la entrevista fue la explicación del proyecto “Huellas de la Sal”, creado durante la gestión de Galeano al frente de la empresa Catedral de Sal (2016-2019) en alianza con Funzipa. “Detectamos que muchos turistas venían a la Catedral, pero no llegaban a conocer la ciudad. Por eso, junto con el doctor Rafael Chávez de Funzipa, nos propusimos crear una ruta que conectara ambos espacios”.

“Así nació el convenio ‘Huellas de la Sal’, cuyo objetivo era llevar a los turistas desde la Catedral de Sal hasta el centro histórico de Zipaquirá, guiados por profesionales que les mostraran la historia, la arquitectura y la cultura local”, explicó Galeano.

El recorrido incluye puntos tan simbólicos como la casa donde estudió el Nobel Gabriel García Márquez, quien cursó el bachillerato en el Colegio La Salle de Zipaquirá: “En su novela Vivir para contarla, capítulo cinco, menciona que fue en Zipaquirá donde empezó a forjar su deseo de convertirse en escritor”, recordó Galeano.

El trayecto continúa por el centro histórico, donde se encuentran hitos de la Gesta Libertadora, incluyendo el rol de Zipaquirá en la Revolución de los Comuneros y las capitulaciones que allí se firmaron. “Nuestra ciudad tiene una trascendencia histórica enorme. Es una ciudad colonial con arquitectura impactante, gastronomía diversa y espacios llenos de simbolismo”, indicó.

Uno de los puntos culminantes del recorrido es el Museo Casa Guillermo Quevedo Zornosa, donde se conservan objetos del Libertador Simón Bolívar y se honra la memoria del músico, poeta y escritor que da nombre al lugar: “Es una ruta viva, educativa y profundamente conmovedora para quienes desean más que una visita turística: una experiencia con sentido”.

Invitación abierta al mundo

Para cerrar, Galeano hizo una invitación directa a quienes deseen conocer Zipaquirá: “El turista que llega a Bogotá tiene la gran oportunidad de visitar una ciudad con historia, cultura y espiritualidad a solo 35 kilómetros. En la Catedral de Sal encontrará una obra de ingeniería maravillosa, un templo construido en el corazón de una antigua mina, un símbolo de sostenibilidad y renovación”.

“La experiencia no termina en la Catedral. Con la Ruta Huellas de la Sal el visitante se lleva consigo una comprensión más profunda de nuestra identidad como ciudad”, agregó. “Zipaquirá es segura, hospitalaria y está lista para recibir a todos quienes quieran descubrir sus tesoros”.

Tulio Pizarro concluyó con palabras de agradecimiento y reconocimiento: “La Ruta Huellas de Sal no es solo un paseo. Es un vínculo entre el pasado y el presente, una forma de integrar el turismo con el desarrollo humano y cultural. Gracias, Raúl, por compartir este legado con nosotros”.

Y así cerró una nueva edición de Tres60.Travel, con una invitación a vivir la experiencia completa de Zipaquirá y dejarse llevar por las huellas profundas de su historia.