Desde la invasión de Ucrania iniciada en febrero de 2022, se ha vuelto mucho más difícil para los rusos viajar a destinos vacacionales populares de Europa, entre ellos España: obtener la aprobación, las visas de viaje, es más costoso y menos sencillo, ya que se ha prohibido a las compañías aéreas rusas volar sobre o hacia territorio europeo. Sin embargo, ni el veto europeo ni la depreciación del rublo han frenado la llegada de estos turistas a España, que en los primeros meses de 2023 se ha disparado un 88%.
La llegada de turistas rusos a este país comenzó a crecer de manera exponencial en 2016, con una media de más de un millón de personas procedentes de ese país. Fue en 2019, año de oro del turismo, cuando la llegada de rusos a España se disparó, alcanzando los 1,3 millones de viajeros. Pese a que esto supone un escaso porcentaje del total de turistas – tan solo el 1,5%– lo cierto es que los rusos son un gran activo para el sector por el gasto que realizan dentro de sus fronteras.
En 2021, cada turista ruso se dejó en España una media de 1.703 euros -en una estancia media de 14 días- lo que supuso que el gasto global de estos viajeros en tierras españolas ascendió a más 228 millones. Una cifra buena pero que se queda lejos del gasto que hacían antes de la pandemia: los rusos se gastaron cerca de 2.000 millones en 2019, en un turismo marcado por los productos y servicios de lujo.
En 2022, las perspectivas cambian con el inicio de la guerra y sus implicaciones, únicamente compensado por la flexibilización de los requisitos sanitarios de entrada a España para viajeros procedentes de países extracomunitarios. De acuerdo con Frontur, 267.760 turistas rusos visitaron España en 2022, muy lejos de los 1,3 millones de 2019. En lo que se refiere al primer trimestre 2023, según los datos de Turespaña, el número de turistas rusos que han llegado se eleva a 77.994, casi un 88% superior al mismo periodo de 2022 marcado por el inicio de la guerra a finales de febrero y porque las restricciones de entrada por el covid-19 no se suprimieron hasta finales de mayo.
“En el contexto posbélico cobrará mayor importancia el objetivo de captar a las nuevas generaciones de rusos cuya visión del mundo es muy diferente a la de sus mayores, y que guardan muchas similitudes con las nuevas generaciones del mundo occidental. Conocer cómo son y qué les mueve va a ser clave para reposicionar nuestra marca y en último término, recuperar los flujos turísticos” apuntan desde Turespaña.
Veto a los turistas rusos
El mapa de destinos en el mercado ruso ha cambiado mucho, pero los turistas no renuncian a programar viajes a destinos europeos populares antes de la crisis. En este momento, las barreras principales son la debilidad actual del rublo, que incide aún más en el coste del vuelo con conexión, y la mayor demora y coste de los visados a Europa como consecuencia de la suspensión del acuerdo de facilitación de visados por parte de la Unión Europea. A pesar de las dificultades con los visados y las altas tarifas aéreas, muchos turistas rusos planean este año unas vacaciones de verano en Europa.
Los países europeos más populares son Francia, Italia y España. En total, en 2022 los países Schengen expidieron casi 604.000 visados a rusos. Por lo que respecta a los viajes a España, nuestro país ha sido el que ha emitido más visados Schengen a rusos en 2022, casi 155.000 visados, lo que, según la asociación de turoperadores rusos ATOR, impulsó la demanda de viajes a estos destinos por encima del 35%. A España le siguen Italia, Finlandia, Grecia y Alemania.
Así, del listado de países que actualmente expiden visados Schengen con fines turísticos, los consulados más leales en Moscú en 2022 fueron los de España (tasa de denegación de sólo el 5,2%), Islandia (6.2%), Francia (8,1%), Suiza (10,2%), Italia (11,6%) y Hungría (12,19%). El año pasado, los ingresos de BLS International, empresa que presta servicios a la Embajada de España y gestiona su Centro de visados, aumentaron casi dos veces y media: en 2021 habían facturado 99 millones de rublos, mientras que el año pasado fueron 262 millones de rublos -3 millones de euros aproximadamente-.
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