La legislación vigente en la mayoría de los países, incluida la Unión Europea y sus estados miembros como Suecia y España, establece restricciones estrictas en el uso de drones cerca de aeropuertos para evitar interferencias con el tráfico aéreo y posibles incidentes de seguridad.
Los incidentes en aeropuertos como los de Estocolmo-Arlanda, Gran Canaria, y Barcelona pusieron de manifiesto la necesidad de fortalecer la tecnología de vigilancia y de rastreo de drones para prevenir sabotajes o accidentes que puedan resultar peligrosos. Por esta razón, aeropuertos como los de Londres Gatwick y Heathrow comenzaron a invertir en sistemas de tecnología militar para rastrear y neutralizar drones no autorizados en sus inmediaciones.
El aeropuerto de Estocolmo-Arlanda, en particular, permaneció cerrado unas horas al tráfico aéreo por el vuelo de varios drones no identificados en su cercanía, lo que hizo que media docena de aviones tuvieran que ser desviados a aeropuertos cercanos.
Drones prohibidos cerca de aeropuertos
En el caso de la Unión Europea, la normativa sobre el uso de drones está regulada principalmente por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés), que exige que los drones se mantengan alejados de los aeropuertos y las zonas de control aéreo. Específicamente, en áreas cercanas a aeropuertos, los drones deben volar a una distancia mínima de 8 a 10 kilómetros, según la regulación nacional aplicable, y a una altura no superior a 120 metros.
En Suecia, la Agencia Civil de Aviación sueca aplica la normativa de la EASA, y las infracciones relacionadas con el uso indebido de drones en las proximidades de los aeropuertos pueden considerarse delitos graves, en especial si afectan la seguridad de las operaciones aéreas.
Por su parte, en España, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) impone sanciones administrativas que pueden ascender a los 225.000 euros por la violación de estas normativas, ya que el vuelo de drones cerca de aeródromos y aeropuertos está tipificado como una infracción muy grave.
Las leyes vigentes prohíben el uso de drones cerca de aeropuertos, imponen sanciones severas por su incumplimiento, y se están adoptando tecnologías avanzadas para hacer frente a esta amenaza creciente en los aeropuertos.
