Aragón, una tierra de paisajes impresionantes y naturaleza salvaje, se consolidó como un destino de referencia para los amantes de la adrenalina. En el Pirineo aragonés, dos tirolesas se ganaron la fama mundial, rompiendo récords y llevando la aventura a nuevas alturas. Con vistas espectaculares, estas experiencias únicas convirtieron a la región en un punto de encuentro imprescindible para los más atrevidos.
La tirolesa de Hoz de Jaca: la más alta y larga de Europa
Ubicada en el Valle de Tena, la tirolesa de Hoz de Jaca es un verdadero emblema del turismo de aventura. Con una altura de 120 metros y un recorrido de 1 kilómetro, esta tirolesa ofrece una vista panorámica inigualable del embalse de Búbal y las montañas circundantes. Los valientes que se lanzan alcanzan hasta 90 km/h, deslizándose por el aire mientras disfrutan de un paisaje único.
Lo que hace aún más especial a esta tirolesa es la posibilidad de realizar lanzamientos nocturnos. Bajo la luz de la luna llena o en completa oscuridad, la experiencia se vuelve aún más emocionante y misteriosa, ideal para quienes buscan un toque extra de adrenalina. Esta actividad está abierta a todos, con requisitos de peso entre los 40 y 125 kg, y un horario que varía según la temporada. Durante el invierno, de 11:00 a 17:00, y en verano de 10:00 a 20:00, lo que garantiza que los visitantes puedan disfrutar de esta experiencia durante todo el año.
La tirolesa de Ordesa: la más rápida del mundo
Si la tirolesa de Hoz de Jaca impresiona por su altura, la tirolesa de Ordesa se lleva la palma por su velocidad. En el municipio de Fiscal, esta tirolesa ostenta el récord de ser la más rápida del mundo, alcanzando velocidades de hasta 189 km/h. Con una longitud de 2.036 metros y un desnivel de 400 metros, esta instalación lleva la emoción a un nivel completamente nuevo, permitiendo a los aventureros volar por el aire sobre el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, uno de los paisajes más emblemáticos de la región.
La tirolesa de Ordesa se convierte en una de las experiencias más extremas y memorables de la zona, donde la velocidad y la belleza natural se combinan para ofrecer una sensación de libertad absoluta. Al igual que su hermana de Hoz de Jaca, esta tirolesa garantiza la seguridad de los participantes con todas las medidas necesarias para disfrutar de la experiencia sin preocupaciones.
Un destino de aventura sin igual
Con estas dos tirolesas, Aragón marcó un antes y un después en el turismo de aventura. La combinación de paisajes de montaña, adrenalina y naturaleza hace de esta región un destino obligado para quienes buscan emociones fuertes. Además, con su accesibilidad durante todo el año, tanto en invierno como en verano, Aragón se posiciona como un referente mundial en el turismo de aventura, especialmente para quienes quieren desafiar sus propios límites y vivir una experiencia única en el corazón de los Pirineos.