Uruguay vive un momento histórico tras la victoria del Frente Amplio en las elecciones presidenciales del 24 de noviembre, que marca un cambio de gobierno con Yamandú Orsi como próximo presidente. En una transición ordenada y representativa del ejemplo democrático que caracteriza al país, el actual presidente Luis Lacalle Pou y el presidente electo ya coordinan el proceso, que culminará el 1 de marzo. Este cambio abre interrogantes sobre el impacto en sectores clave como el turismo.
En una entrevista exclusiva con Tres60.Travel, María Shaw Arocena, periodista uruguaya y presidenta de la Federación Iberoamericana de Periodistas de Turismo (FIPETUR), analizó el panorama turístico tras esta transición política. Shaw destacó que, aunque habrá cambios en la dirección y funcionarios, las políticas turísticas de Uruguay, profundamente integradas en la cooperación regional e internacional, no deberían experimentar modificaciones sustanciales. «Es un país ordenado, por lo tanto, el cambio de gobierno no afectará de ninguna manera al turismo», dijo.
Uruguay demostró ser un país comprometido con el turismo, incluso en tiempos adversos como la pandemia. Según Shaw, el gobierno de Lacalle Pou ofreció un soporte significativo al sector, con incentivos económicos y laborales que minimizaron los impactos de las restricciones sanitarias.
Las posibles autoridades que se harían cargo del sector turístico uruguayo
La posibilidad de que Liliam Kechichian regrese al Ministerio de Turismo bajo la nueva administración del Frente Amplio genera expectativas. Con una trayectoria de más de una década liderando este ministerio, Kechichian es reconocida por su experiencia y su capacidad para fortalecer alianzas internacionales.
“Si Kechichian asume nuevamente, su experiencia será un activo. En Uruguay, las políticas turísticas suelen trascender las diferencias partidarias. Esto se refleja en iniciativas como las reuniones de ministros del Mercosur y la colaboración con la Organización Mundial del Turismo”, afirmó Shaw.
Laicidad y turismo: una combinación única
Uno de los aspectos más singulares de Uruguay es su condición de estado laico, lo que influye en cómo se celebran fechas tradicionales como Navidad y Semana Santa. Shaw explicó cómo el país adapta estas festividades para promover el turismo, transformándolas en celebraciones inclusivas como el Día de la Familia o la Semana de Turismo.
Además, eventos como la Noche de los Templos, donde diversas religiones abren sus puertas al público, son ejemplos de cómo la diversidad cultural y la libertad de culto enriquecen la oferta turística del país. Estas iniciativas contribuyen a fortalecer la imagen de Uruguay como un destino que combina tradición, modernidad y convivencia pacífica.
Con una política turística consolidada, Uruguay continuará siendo un referente en la región. Las relaciones internacionales en turismo se mantendrán como una prioridad, reforzadas por el espíritu de colaboración que caracteriza al país. “El turismo es una actividad que une a las personas, y esto no cambiará. Uruguay seguirá destacándose por su capacidad de generar buenas relaciones y experiencias positivas para todos”, concluyó Shaw.