La gastronomía, más allá de ser una necesidad diaria, se convirtió en uno de los principales motores para atraer turistas a destinos específicos. Carlos Montoya, fundador de la plataforma “Pruebe y Disfrute”, conmemorando su décimo aniversario, reflexiona sobre cómo la gastronomía juega un papel crucial en la promoción del turismo. Durante una reciente entrevista con Tres60.Travel, Montoya destacó cómo la gastronomía local puede definir un destino y atraer a viajeros interesados en explorar sabores y tradiciones autóctonas.
“Pruebe y Disfrute” nació con la idea de ofrecer a los turistas la oportunidad de conocer experiencias culinarias únicas, enraizadas en las costumbres y productos locales. A través de su plataforma, Montoya y su equipo lograron posicionar a destinos en América Latina como Chile, Argentina, Perú, Brasil y Colombia, destacando lo mejor de la gastronomía regional y fomentando el turismo gastronómico.
Uno de los puntos clave en la entrevista fue el reconocimiento de la gastronomía como un atractivo turístico fundamental. Montoya explicó que muchas veces los viajeros eligen su destino en función de lo que desean probar. “Un ejemplo muy típico en Chile es la gastronomía de la isla de Chiloé. La gente va con ganas de probar un curanto, mariscos y platos típicos de la zona. La gastronomía no solo alimenta el cuerpo, sino que conecta a los turistas con la cultura de un lugar”, señaló.
El desafío de algunos destinos que no cuentan con un producto local destacado también fue abordado por Montoya. “Cada lugar geográfico tiene el potencial de potenciar algún producto. Cuando no lo hay, es una oportunidad para generar redes públicas y privadas que ayuden a crear un emblema gastronómico. Por ejemplo, en Merlo, en Argentina, el chivo es el producto emblemático de la zona, algo que dio identidad y atrajo al turismo”, explicó.
La importancia de los productos locales como parte integral de la oferta gastronómica es otro tema esencial. Montoya hizo hincapié en cómo el turismo gastronómico ayuda a darle valor a los productos autóctonos y genera una identidad única para cada destino. En este sentido, Puerto Natales, en el sur de Chile, se destacó recientemente como la primera “capital gastronómica” del país, un reconocimiento que no solo refuerza la identidad local, sino que también tiene un impacto positivo en la economía.
La gastronomía, sin duda, impulsa el desarrollo económico de un destino. Montoya mencionó el impacto positivo de los festivales gastronómicos, como el próximo Beerfest en Santiago de Chile, un evento que celebra la creciente industria cervecera local. Este tipo de eventos atraen turistas internacionales que buscan vivir experiencias únicas en la cultura local, lo que contribuye significativamente a la economía regional.
El vino, otro pilar importante de la gastronomía chilena, también juega un papel esencial. Durante la temporada de vendimia, los turistas no solo disfrutan de los mejores vinos del país, sino que también experimentan cómo estos se combinan con la gastronomía local. Según Montoya, “Las vendimias permiten que los visitantes disfruten de maridajes únicos, acompañando un buen vino con platos tradicionales como el cordero asado o el conejo, lo que enriquece la experiencia del turista”.
Así, la gastronomía no solo es un motor de atracción para turistas, sino que también se convierte en una herramienta clave para el desarrollo económico de los destinos. A través de iniciativas como “Pruebe y Disfrute”, se demuestra cómo la gastronomía puede ser un eje fundamental para la promoción de la identidad local y el crecimiento del turismo en diferentes regiones del mundo.