El oleoturismo está ganando terreno en España, convirtiéndose en una de las principales tendencias de turismo en zonas rurales. Según Airbnb, el 61% de los anuncios de alojamiento en el país están situados en áreas rurales, el porcentaje más alto de la Unión Europea, lo que refleja el auge del turismo en destinos alejados de las grandes ciudades.
Un impulso para la economía rural
Los destinos rurales vinculados a la producción de aceite de oliva están destacando por su capacidad para generar ingresos tanto para los anfitriones como para los comercios locales. De acuerdo con un estudio reciente de Airbnb, las regiones con Denominaciones de Origen Protegida (DOP) de aceite de oliva generaron cerca de 24 millones de euros en ingresos para los anfitriones y aproximadamente 123 millones de euros en gasto en negocios locales.
Las regiones destacadas incluyen áreas como Antequera (Andalucía), Montes de Toledo (Castilla-La Mancha), Siurana (Cataluña) y La Alcarria (Castilla-La Mancha), donde los anfitriones obtienen ingresos superiores a los 4.000 euros anuales. Además, el turismo relacionado con el aceite de oliva ha crecido especialmente en Andalucía, donde la demanda ha duplicado el número de huéspedes en solo un año.
Viajeros y perfil del anfitrión
Los viajeros que optan por estos destinos son, principalmente, familias españolas, con estancias promedio de 4 días y un grupo de casi 5 personas por reserva. Las valoraciones de los viajeros son positivas, con un promedio de 4,8 estrellas, lo que refleja la calidad de la experiencia turística.
En cuanto al perfil de los anfitriones, la mayoría son mujeres de unos 50 años, que gestionan un solo anuncio y perciben ingresos anuales de alrededor de 3.100 euros. Este tipo de turismo ha demostrado ser una importante fuente de ingresos complementarios para las familias rurales.
Un turismo que fomenta la sostenibilidad y la regeneración económica
Desde la pandemia, el turismo rural ha ganado popularidad, y más del 70% de las noches reservadas en España en 2024 fueron fuera de las grandes ciudades. Más de 5.200 pueblos han recibido turistas este año, lo que ha aliviado la saturación de destinos tradicionales y promovido el desarrollo económico local.
El impacto positivo de esta tendencia fue destacado en la World Olive Oil Exhibition 2025, celebrada en IFEMA, donde Sara Rodríguez, directora de Políticas Públicas para Airbnb España y Portugal, afirmó que el oleoturismo está ayudando a dinamizar las zonas rurales. “Este modelo beneficia tanto a las comunidades locales como a los viajeros, promoviendo experiencias auténticas y sostenibles”, señaló Rodríguez.
Por su parte, Otilia Romero de Condés, CEO de Pomona Keepers, destacó que el oleoturismo es una oportunidad única para conectar a los consumidores con la esencia y el valor del aceite de oliva, más allá de su uso culinario, impulsando así el desarrollo económico y medioambiental de las regiones productoras.
Airbnb reafirma su compromiso con la regeneración de las zonas rurales de España, ofreciendo experiencias únicas y contribuyendo a la sostenibilidad de los paisajes olivareros.
