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Con presencia en México, el Caribe, Centroamérica y Sudamérica, la cadena DeCameron opera 30 hoteles bajo el concepto “todo incluido”, pensados tanto para el viajero vacacional como para el corporativo. “No solo brindamos experiencias para familias y parejas, sino también para grupos de incentivo, bodas y eventos empresariales”, aseguró Antonio Manfredonio, gerente comercial para Hoteles DeCameron en Panamá.

Uno de los diferenciales clave de la cadena es su integración con Decameron Explorer, su propio DMC (Destination Management Company), presente en la mayoría de los destinos donde operan. Esto permite a los huéspedes contratar en un solo paquete el alojamiento, traslados, excursiones y actividades, facilitando la planificación del viaje y mejorando la experiencia en destino.

Según Manfredonio, lo que más valoran los visitantes es la simplicidad del modelo all inclusive: “Cuando llegás, te ponen un cintillo y no tenés que preocuparte por nada más”. Los servicios abarcan comidas, bebidas, snacks, entretenimiento, deportes acuáticos y recreación para todas las edades, sin cargos adicionales.

La temporada alta para los hoteles de la cadena se extiende de noviembre a marzo, cuando atraen principalmente turistas de Canadá, Estados Unidos, Alemania y Reino Unido. El resto del año, con el cambio de clima en el hemisferio norte, reciben una fuerte afluencia de viajeros de Brasil, Argentina, Colombia, Centroamérica y México.

DeCameron busca posicionarse como una solución integral para quienes desean unas vacaciones sin complicaciones, o bien organizar eventos con todos los servicios incluidos. “Ofrecemos una experiencia completa que une comodidad, diversión y logística en un solo lugar”, destacó el ejecutivo.