El próximo 24 de junio, la ciudad de Cusco celebrará la 81ª edición del Inti Raymi, una de las festividades más representativas del legado incaico y declarada Patrimonio Cultural de la Nación. Esta ceremonia ancestral, que rinde homenaje al sol, sigue atrayendo a miles de turistas cada año, consolidándose como un evento imperdible en el calendario turístico internacional.
Este 2025, la celebración cobra aún más protagonismo en el mercado español, tras su presentación oficial en la última edición de FITUR. Allí, la recreación de la Fiesta del Sol despertó un fuerte interés entre turoperadores europeos y viajeros en busca de experiencias culturales auténticas.

La festividad tiene raíces quechuas del siglo XV, cuando el Inca Pachacuteq la instauró como ritual central del Imperio. Aunque fue prohibida durante la colonia, el Inti Raymi fue recuperado en 1944 como una representación histórica y espiritual, y hoy moviliza a más de 800 actores en una puesta en escena que recorre tres espacios icónicos de Cusco: el Qorikancha, la Plaza de Armas y la explanada de Saqsaywaman.
Cada año, miles de personas se congregan para presenciar el recorrido del Inca y su séquito, quienes rinden tributo al sol mediante danzas, cánticos en quechua, rituales simbólicos y el tradicional encendido del fuego sagrado. El acto central, en Saqsaywaman, ofrece un despliegue visual único, que combina espiritualidad, arte y tradición viva.
El Inti Raymi no solo representa un valioso legado cultural, sino que también se posiciona como una experiencia turística transformadora, que permite conectar con la cosmovisión andina en un entorno patrimonial incomparable.