El astroturismo, o turismo de observación de estrellas, se ha consolidado como una de las grandes tendencias dentro del turismo experiencial y al aire libre. Esta modalidad atrae a quienes buscan conectarse con la naturaleza de noche, alejados de la contaminación lumínica y disfrutando de experiencias auténticas, según la startup italiana Freedome.
España se presenta como un destino privilegiado para esta actividad, gracias a cielos limpios y bien conservados y a una creciente red de Destinos Starlight certificados en lugares como Canarias, Gredos, Sierra Morena o Teruel. “El astroturismo conecta perfectamente con la nueva manera de viajar: más consciente, más pausada y más vinculada al territorio”, explica Valentina Masarin, directora de marketing de Freedome, quien resalta que estas experiencias fomentan la sostenibilidad, reducen el impacto ambiental y ofrecen vivencias auténticas.
Aunque el verano sigue siendo popular, el otoño se ha consolidado como la mejor época para mirar al cielo en España. Las noches más largas y nítidas, junto con temperaturas agradables, crean condiciones ideales para la observación astronómica. Este período incluye fenómenos destacados como las Dracónidas, a principios de octubre, y las Oriónidas, a finales de mes, perfectos para planificar salidas de astroturismo.
El interés por esta modalidad también responde a la creciente necesidad de desconexión digital. “Mirar las estrellas es una experiencia sensorial y emocional”, apunta Masarin, subrayando el valor de la contemplación y el silencio en entornos naturales.
La plataforma Freedome ofrece experiencias variadas, que van desde tours astronómicos en velero por la bahía de Cádiz, hasta travesías nocturnas en catamarán por la Ría de Vigo, combinaciones con catas de vino en Murcia o rutas de senderismo en Valencia, permitiendo vivir el cielo estrellado de manera única y memorable.