La temporada de verano 2025 fue histórica para Uruguay, con un notable aumento en la llegada de turistas argentinos, quienes representan la mitad de los visitantes que ingresaron al país. Entre el 20 de diciembre y el 12 de enero, llegaron 295.616 argentinos, lo que impulsó significativamente sectores clave de la economía como la hotelería, la gastronomía y el comercio, especialmente en destinos emblemáticos como Punta del Este y otros balnearios de la costa oriental.
El favorable tipo de cambio y las medidas fiscales implementadas por el gobierno uruguayo fueron factores determinantes en este aumento de turistas. La exoneración del IVA en servicios turísticos y gastronómicos para extranjeros, junto con la diferencia en la cotización del peso argentino frente al dólar, ha hecho que los precios sean más accesibles para los visitantes de Argentina. Esta situación fomentó un aumento del consumo en distintos rubros, desde gastronomía hasta indumentaria y calzado, siendo evidente en las tiendas y restaurantes llenos de compradores, especialmente en la tradicional Avenida Gorlero de Punta del Este.
Las autoridades uruguayas, como Martín Laventure, director general de Turismo de la Intendencia de Maldonado, han destacado que no solo la cantidad de turistas argentinos ha aumentado, sino también la calidad del gasto. Los turistas se mostraron más dispuestos a gastar en actividades turísticas y en productos de todo tipo, gracias a las condiciones económicas favorables. Según Remo Monzeglio, subsecretario de Turismo de Uruguay, los argentinos han encontrado precios accesibles, mientras que los brasileños, debido a la diferencia cambiaria, experimentan mayores costos para viajar.
En cuanto a la ciudad de Punta del Este, la afluencia de turistas argentinos fue un fenómeno sin precedentes. Las calles, los restaurantes y los comercios se vieron llenos, algo que no sucedía desde hace más de una década. Según Rolando Rozenblum, presidente de la Cámara Empresarial de Maldonado, esta temporada se considera la mejor en los últimos 15 o 20 años, destacando el dinamismo que ha generado la llegada masiva de turistas.
El impacto del consumo argentino fue visible en todos los niveles. Desde compras en tiendas de lujo hasta productos más básicos en supermercados, los turistas aprovecharon las ventajas económicas, como la devolución del IVA en gastronomía y la exoneración en hoteles. Marcelo Paz, concesionario de un parador en La Barra, resaltó que la principal diferencia con el verano pasado es el mayor consumo, ya que en 2024 los turistas eran más cautelosos debido a la incertidumbre económica.
Aunque el clima fue irregular en las primeras semanas de enero, los turistas argentinos no se vieron disuadidos, trasladando sus actividades al comercio y la gastronomía, lo que permitió una mayor dinamización de la economía en la región.
En cuanto a los puntos de entrada al país, los datos revelaron un cambio interesante en los flujos turísticos. Paysandú se convirtió en el principal punto de ingreso de los turistas, con 120.268 ingresos, lo que representa el 20,08% del total. Este cambio resalta la importancia del tránsito terrestre, especialmente para los turistas argentinos, que prefirieron cruzar por esta vía. Colonia y Fray Bentos ocupan el segundo y tercer lugar, con 110.839 y 107.539 ingresos, respectivamente. El Aeropuerto Internacional de Carrasco, por su parte, registró 74.938 ingresos, lo que representa un 12,51% del total de turistas que llegaron a Uruguay.
El turismo sigue siendo un pilar fundamental de la economía uruguaya, generando más de 120.000 empleos directos e indirectos. La temporada estival es crucial para la facturación de las empresas del sector, especialmente para las micro, pequeñas y medianas empresas, que representan más del 80% del total. Según Marina Cantera, presidenta de la Cámara Uruguaya de Turismo, las políticas públicas que fomentan el turismo son fundamentales para asegurar la sostenibilidad de este sector, que enfrenta desafíos como la baja afluencia de turistas brasileños, que se vieron afectada por la devaluación del real brasileño, lo que ha encarecido los viajes al exterior para los brasileños.
A pesar de esta baja en el número de visitantes brasileños, que representaron solo el 9,79% del total de turistas, el sector mantiene una actitud de optimismo moderado. El Ministerio de Turismo de Uruguay sigue monitoreando la situación, reconociendo la importancia de adaptarse a los cambios económicos que afectan al turismo.