El turismo entre Brasil y Chile atraviesa su mejor momento. En 2024, ambos países registraron cifras récord de visitantes, con un aumento del 223% de chilenos que viajaron a Brasil y del 218% de brasileños que visitaron Chile, impulsado por una mayor conectividad aérea, acciones conjuntas de promoción y una renovada apuesta por el desarrollo regional.
Actualmente existen 15 rutas directas entre ambos países, lo que representa un aumento del 275% en la oferta de vuelos. Solo la aerolínea LATAM transportó más de 2 millones de pasajeros entre ambos destinos, y duplicó la frecuencia en rutas clave como Río de Janeiro – Santiago (de 20 a 40 vuelos semanales) y Florianópolis – Santiago (de 9 a 20).
Marcelo Freixo, presidente de Embratur, destacó que este crecimiento es resultado de una cooperación estratégica: “Cuando dos países vecinos trabajan juntos para generar mayor integración económica y unidad entre los pueblos, el resultado es un ganar-ganar”.

Desde el gobierno chileno también se celebra esta tendencia. La ministra de Turismo, Verónica Pardo, subrayó que si bien los argentinos siguen liderando en volumen, los turistas brasileños son los que más gastan, especialmente en segmentos como gastronomía, deportes de invierno y enoturismo.
“Para nosotros, este público es sumamente estratégico. Su nivel de gasto y su interés creciente nos motiva a seguir fortaleciendo lazos”, señaló la funcionaria. Uno de los incentivos recientes que podría profundizar esta dinámica es la implementación del programa tax free, que permitirá a los turistas extranjeros solicitar devolución de impuestos en Chile.
Además, Chile y Brasil están trabajando juntos en la campaña “Visita Sudamérica”, una iniciativa regional para posicionar a los destinos del Cono Sur de manera integrada. La ministra Pardo hizo hincapié en la necesidad de que “América se conozca a sí misma”, e impulsó el desarrollo de rutas y paquetes que incluyan a ciudades como Gramado, Belo Horizonte o los parques naturales brasileños, como alternativas al ya consolidado destino de Florianópolis.
La cooperación entre ambos países promete seguir profundizándose en 2025, con más inversiones, nuevas rutas y campañas conjuntas para promover el turismo como motor económico regional.