Buenos Aires termal: tres destinos para relajarse bajo tierra

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La provincia de Buenos Aires se posiciona como un destino termal en auge, ideal para los meses de invierno. Con una oferta que combina bienestar, naturaleza y hospitalidad, tres localidades bonaerenses —Villarino, Tapalqué y General Belgrano— invitan a descubrir las bondades de las aguas subterráneas en un entorno de calma y autenticidad rural.

En el sur, Villarino sorprende con complejos como las Termas de Médanos y Luro. Sus aguas brotan desde profundidades superiores a los 900 metros con temperaturas de hasta 74°C, ofreciendo beneficios terapéuticos gracias a su rica composición mineral. El entorno campestre y el silencio natural hacen del lugar un refugio perfecto para quienes buscan desconexión total.

Hacia el centro bonaerense, Tapalqué combina tradición y modernidad en su complejo termal de 17 hectáreas. Las aguas, que alcanzan los 38°C, poseen propiedades dermatológicas y antiinflamatorias. Su propuesta turística va más allá del relax: invita a recorrer el pueblo, degustar pan casero y disfrutar de un ritmo de vida pausado y hospitalario.

Por su parte, General Belgrano ofrece una experiencia termal consolidada a orillas del río Salado, con instalaciones que incluyen piletas cubiertas, spa y opciones gastronómicas. A tan solo dos horas de Buenos Aires, se posiciona como una escapada ideal para familias y adultos mayores en busca de bienestar y naturaleza.

Estas tres propuestas reflejan un turismo que valora lo esencial: el agua, la tierra y el tiempo. La provincia de Buenos Aires demuestra que para encontrar descanso y salud no hace falta cruzar fronteras, solo escuchar lo que brota desde el corazón del suelo.