Cuba recibió 1.719.145 turistas internacionales en los primeros nueve meses de 2024, lo que representa una disminución del 5,2 % en comparación con el mismo período del año anterior, según cifras de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI). Este descenso aleja al país de su meta revisada de atraer 2,7 millones de turistas en 2024, tras una reducción desde el objetivo inicial de 3,2 millones de visitantes, lo que indica un complejo panorama para el sector turístico.
Durante el mes de septiembre, las llegadas de visitantes internacionales totalizaron 111.067, un número similar al del mismo mes en 2022, pero que sigue siendo insuficiente para cumplir con las proyecciones oficiales. Canadá continúa siendo el principal mercado emisor, con 695.567 turistas, seguido por Rusia (141.615), Estados Unidos (110.538), España (50.498), México (48.112) y Alemania (47.324). Sin embargo, solo dos de estos mercados –Rusia y México– mostraron un aumento en el flujo de turistas, registrando incrementos del 12% y 5%, respectivamente, mientras que los demás mostraron caídas significativas, como el caso de España, con un 17 % menos de visitantes.
A la preocupante reducción en las llegadas se suma una caída del 16,9% en el arribo de cubanos residentes en el exterior, un grupo que había mostrado una tendencia positiva en meses anteriores. Pese a las inversiones continuas en infraestructura hotelera, las llegadas comenzaron el año en niveles comparables a 2023 pero disminuyeron gradualmente, afectadas por las restricciones económicas internas y las sanciones impuestas por Estados Unidos, que limitan aún más el desarrollo de un sector crucial para la economía de la isla.
La crisis económica en Cuba impactó especialmente en la hostelería, encareciendo los costos operativos y restringiendo los recursos necesarios para la atención de turistas. Esta situación, combinada con una baja demanda internacional, hace que las expectativas para alcanzar las metas oficiales de 2024 sean cada vez menos viables. Sin señales de una recuperación rápida, el sector turístico cubano enfrenta desafíos significativos que amenazan su rol como pilar de la economía nacional.