El crecimiento de los visados para nómadas digitales está cambiando la forma de vivir y trabajar en Europa. Cada vez más personas dejan los empleos tradicionales para adoptar carreras móviles, impulsadas por nuevas políticas que facilitan trabajar a distancia desde distintos países del continente.
Un estudio reciente de The Social Hub, elaborado por Opinion Matters, analizó el impacto de estas visas en más de 2.000 nómadas digitales. Los resultados son contundentes: el 74% se mudó a otro país gracias a la existencia de un visado específico, y el 78% percibe estas políticas como una verdadera bienvenida por parte de los países anfitriones.
Actualmente, nómadas de fuera de la UE pueden establecerse en España, Portugal, Italia y pronto también en Eslovenia, que lanzará su visa el 21 de noviembre. Esta tendencia se expande a medida que Europa reconoce al nomadismo digital como una oportunidad para atraer talento, dinamizar economías locales y diversificar su mercado laboral.
El estudio muestra que el fenómeno abarca sectores como la manufactura, el retail, la gastronomía, el ocio, la tecnología y las telecomunicaciones. Además, la mayoría de quienes adoptan este estilo de vida cuentan con ingresos medios y altos: el 54% gana entre 40.000 y 80.000 euros anuales, y más de un tercio supera los 80.000.
Las motivaciones y desafíos, sin embargo, varían según la edad.
La Generación Z (18-28 años) busca experiencias y viajes, aunque el 37% declara sentirse desconectada culturalmente en los nuevos destinos.
Los millennials (29-44 años) valoran la flexibilidad y encuentran en los coworkings una forma de sostener vínculos sociales.
En tanto, los baby boomers (61-79 años) sorprenden por su nivel de adopción: casi la mitad elige este estilo de vida para mejorar su bienestar y viajar, pese a reportar mayores índices de soledad.
El estudio también aborda el impacto de las campañas antinómadas en lugares como Portugal y México, que han llevado al 43% de los encuestados a reflexionar sobre su presencia en las comunidades locales y a adaptar sus hábitos.
Aun con estos desafíos, el auge de las visas para nómadas digitales sigue consolidándose como un motor de transformación en Europa. Con políticas claras, enfoque comunitario y oportunidades de integración, el continente se posiciona como uno de los escenarios más atractivos para trabajar y vivir en movimiento.
