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La Habana Vieja se queda sin turistas y refleja la crisis del sector en Cuba

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Las calles empedradas de La Habana Vieja, que en otros tiempos rebosaban de visitantes de todo el mundo, hoy lucen vacías. Negocios casi desiertos y un ambiente de quietud poco habitual son el testimonio de una industria turística en caída libre. Un reciente video del tiktoker Jonix Dose puso en evidencia esta realidad, mostrando una ciudad que alguna vez fue un imán para viajeros, pero que ahora lucha por atraer visitantes.

El declive del turismo en la isla es innegable. En 2024, Cuba recibió solo 2,2 millones de turistas internacionales, un 9,6 % menos que en 2023, alcanzando así su nivel más bajo en casi dos décadas, según la Oficina Nacional de Información y Estadística (ONEI). A pesar de que Canadá sigue liderando como principal mercado emisor con 860.877 visitantes, otros países han reducido drásticamente su flujo de turistas, como España (-27,1 %) e Italia (-15,9 %).

Impacto en los destinos turísticos

Los efectos de esta crisis no solo se sienten en La Habana Vieja. Varadero, uno de los destinos de sol y playa más emblemáticos del Caribe, muestra una ocupación hotelera preocupantemente baja. Sus extensas playas de arena blanca, que antes estaban abarrotadas de turistas, ahora parecen escenarios de postal sin protagonistas.

Los viajeros que aún eligen Cuba expresaron sus quejas en redes sociales sobre la calidad de los servicios turísticos. La falta de insumos básicos en los hoteles, el deterioro de la infraestructura y el limitado acceso a opciones recreativas fuera de los resorts fueron motivos de críticas constantes. Además, la percepción de inseguridad y las dificultades logísticas han generado un efecto disuasorio en potenciales visitantes.

Un modelo turístico en crisis

Mientras la llegada de turistas sigue en declive, el gobierno cubano continúa invirtiendo en nuevos hoteles con la esperanza de revitalizar el sector. Sin embargo, analistas y empresarios turísticos sostienen que el problema no radica en la falta de infraestructura, sino en la necesidad de mejorar las condiciones generales del país para hacer de Cuba un destino competitivo frente a otros enclaves caribeños como República Dominicana o Cancún.

Las estrategias oficiales insisten en atraer visitantes pese a las dificultades estructurales, pero la gran pregunta sigue siendo si Cuba logrará recuperar su industria turística o si esta seguirá siendo una promesa incumplida. En la emblemática Habana Vieja, el vacío de turistas se ha convertido en una postal de la incertidumbre económica del país.