El turismo en Argentina enfrenta una caída preocupante como consecuencia de las políticas económicas impulsadas por Javier Milei, reflejando un impacto negativo que supera el 30% en la llegada de turistas extranjeros. Este fenómeno no solo afecta los ingresos del sector, sino que también propicia un aumento de viajes al exterior por parte de los argentinos, especialmente hacia destinos como Brasil, dejando un vacío significativo en el turismo interno.
Caída en el turismo receptivo y aumento en el emisivo
Según el INDEC, en octubre de 2024 llegaron al país 414.000 turistas extranjeros, marcando una disminución del 30,3% en comparación con el mismo mes de 2023. Por otro lado, los argentinos que optaron por viajar al exterior aumentaron un 24,7%, alcanzando los 654.000 viajeros.
El 65,5% del turismo receptivo provino de países limítrofes, siendo Brasil el mayor contribuyente con un 23%, seguido de Uruguay con un 17,7%. Sin embargo, los altos costos asociados al turismo en Argentina, como el alojamiento, las comidas y productos como ropa o calzado, están espantando a los viajeros extranjeros, quienes buscan alternativas más económicas.
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Impacto en los destinos emblemáticos
Lugares icónicos de Argentina, como los glaciares y lagos del sur o las cataratas del Iguazú, están perdiendo atractivo para los turistas internacionales debido a los altos precios. Esta situación no solo afecta el flujo de visitantes, sino que también genera pérdidas económicas significativas para las comunidades locales que dependen del turismo.
El panorama actual refleja la urgencia de replantear estrategias que permitan recuperar el atractivo del país como destino turístico y frenar la creciente tendencia de los argentinos a vacacionar fuera de sus fronteras. Sin medidas correctivas, los impactos en el sector podrían profundizarse, poniendo en riesgo una de las principales fuentes de ingresos del país.