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Navidad, naturaleza y gastronomía: un recorrido por Gramado y Canela

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Por Gustavo Fares

Río Grande do Sul tiene destinos donde se combina la magia navideña -única en Sudamérica- con una gastronomía en la cual se destaca el exquisito chocolate, las variedades de aceite de oliva, un fondeau único en la región y una naturaleza ideal para escapar del bullicio de las grandes urbes.

Gramado y Canela ofrecen momentos que parecen sacados de cuentos. Ambas urbes están separados por unos 9 km y forman parte de la conocida Ruta Romántica turística de la región.

Junto a Tres60.travel fuimos invitados a descubrir el encanto de estas ciudades a través de un Press Trip organizado por Embratur -Instituto de Promoción Turística de Brasil-, Sebrae –Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas Empresa y Visit Brasil, entidades que nos esperaron con grandes sorpresas.

En medio de una lluvia que regaba de expectativas nuestra visita, aterrizamos en São Pablo para luego conectar con Porto Alegre. Cabe mencionar que debido a las inundaciones se habían cancelado las conexiones internacionales en el Aeropuerto Salgado Filho de POA pero que, gracias a un gran trabajo en conjunto desde las diferentes entidades, ya se retomaron. 

Al llegar a la ciudad, nos esperaba el Encargado de Marketing de la estación aérea, Rafael Guerra, quien nos comentó la reconstrucción que atravesó el lugar para lograr volver a tener conexiones internacionales. Junto a él también estaban Dyelly Menezes, del área de Comunicación de Embratur y Sara Correia quienes nos acompañaron a lo largo de la aventura en tierra gaucha. Luego del recorrido por el Aeropuerto nos trasladamos hacia la “Suiza de Brasil”, como cariñosamente llaman a Gramado. Una distancia de 130 km nos separaban, aproximadamente 2 horas.

A medida que nos acercábamos ya se podía observar el cambio en la arquitectura, un estilo colonial alemán, junto al color de Las Hortensias y el aroma a chocolate. El primer impacto sorprendente fue descubrir  una ciudad muy ordenada en donde no existen los semáforos para el tránsito vehicular. Sí, cuando vas caminando por la senda peatonal, el respeto de los conductores es increíble para ceder el paso de las personas. 

Nos encontramos con un clima templado, unos 27 grados habituales de la estación del año aclimataron esa primera jornada. Las temperaturas rondan entre los 14 y 27 grados durante el verano, mientras que en invierno, bajan considerablemente con caída de nieve en algunas oportunidades. 

Durante nuestra estadía en el Hotel Fioreze recorrimos distintos puntos turísticos mágicos de Gramado. Arrancamos en Mínimundo, una atracción que llama la atención con sus miniaturas – 1.24 de tamaño- de puntos claves de Brasil y también de otros países como Argentina. Allí, llegan miles de turistas durante todo el año y pudimos observar cada detalle de este lugar. De allí nos trasladamos hacia el Parque de Olivas, un lugar donde se cultivan aceitunas y forma parte de unos de los polos turísticos más atractivos de Gramado. Se puede degustar distintas variedades de aceites, pasear en tren en la finca y almorzar. 

Cuando buscamos alternativas en cuanto a atracciones en pleno verano y queremos sentir frío y por unas horas tocar la nieve, Snowland es » un Freezer enorme». Allí sentimos la baja temperatura y pudimos realizar patinaje sobre hielo, snowbord y otros juegos aptos para niños, adultos y periodistas. 

-Gran Desfile Natal Luz-

Sin dudas uno de los momentos más emocionantes del viaje fue poder disfrutar del Gran Desfile Natal Luz. Dicen que en Gramado la navidad arranca a finales de octubre y termina a principios de enero. Durante esos meses, tres veces por semana, los visitantes y ciudadanos pueden disfrutar de una caravana con más de 800 personas desfilando disfrazados con motivo navideño y cantando villancicos.

Según la historia, la primera edición de este desfile se realizo en 1986 y están inspiradas en la navidad de Alemania y Disney con el único objetivo de potenciar el turismo en esa época del año. Actualmente reciben más de 1.5 millones de visitantes y esperan llegar a las 2 millones este año. 

Nos despedimos de Gramado para reencontrarnos con Porto Alegre. Pero antes tenía una parada obligatoria. Canela es un municipio localizado en el estado de Río Grande del Sur. Separado de Gramado por el Valle del Quilombo, conforma junto con su ciudad vecina el polo turístico más importante de Río Grande del Sur y uno de los más concurridos del país. Su nombre se debe a la presencia de la «caneleira», un árbol típico de la región.

La ciudad es famosa como base para practicar actividades ecoturísticas. Entre sus muchos puntos turísticos se destacan el Parque Estatal del Caracol, con la famosa cascada del mismo nombre, la cual pudimos visitar y vivir un momento inolvidable. La cascada Caracol tiene 131 metros de altura. 

La ciudad alberga una de las más importantes catedrales de la región, cuya patrona es Nuestra Señora de Lourdes. Localmente, se la conoce como «Iglesia de piedra», pues fue realizada en basalto en estilo gótico inglés. Otro punto importante es el Parque Ferradura. 

Gramado y Canela son dos joyas de Río Grande do Sul que logran combinar de manera única lo mejor de la naturaleza, la historia, la cultura y la gastronomía. Desde su atmósfera navideña, que transforma cada rincón en un escenario de cuento, hasta sus paisajes impresionantes y tradiciones arraigadas, ambos destinos ofrecen una experiencia que se siente tanto acogedora como mágica. Ya sea disfrutando del chocolate artesanal, admirando las imponentes cascadas o participando en el Gran Desfile Natal Luz, estos polos turísticos logran crear recuerdos inolvidables que perduran mucho después de haber dejado atrás sus tierras.

Sin duda, Gramado y Canela son un destino que debe figurar en la lista de cualquier viajero que busque una escapatoria del bullicio cotidiano, mientras se sumerge en una aventura llena de encanto y serenidad. Más allá de sus paisajes perfectos y actividades únicas, es el espíritu acogedor de sus habitantes y la calidez de su hospitalidad lo que convierte a estas ciudades en un lugar especial que invita a regresar una y otra vez.