En Quintana Roo, la seguridad se convirtió en una preocupación central para el sector turístico. Miriam Cortés, presidenta de la Asociación de Clubes Vacacionales de Quintana Roo (Acluvaq), manifestó que, aunque se lograron avances significativos en la seguridad, aún hay desafíos por enfrentar para asegurar la protección de los visitantes.
Cortés indicó que factores como la seguridad, las revisiones de motores de aviones y las elecciones en Estados Unidos impactaron negativamente en la ocupación hotelera. Actualmente, las tasas de ocupación se encuentran entre el 60% y el 65%, un descenso notable, incluso en el segmento de tiempos compartidos, que tradicionalmente mantiene un mejor rendimiento que los hoteles convencionales.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades en materia de seguridad, como la instalación de 1,200 cámaras y la adquisición de vehículos Razers para patrullas en zonas hoteleras, Cortés reconoció que la inseguridad sigue siendo un reto. «Estamos en un momento complejo que debemos enfrentar con trabajo constante», expresó.
Respecto a la baja en las ocupaciones, la presidenta de Acluvaq apuntó que esta tendencia era esperada, ya que la afluencia de turistas estadounidenses suele disminuir durante las elecciones en su país. Sin embargo, a diferencia de años anteriores, este año no se registró un incremento en la llegada de turistas mexicanos y latinoamericanos que pueda compensar la caída.
La creciente preocupación por la violencia e inseguridad en Quintana Roo llevó a un llamado a la acción entre los empresarios del sector turístico, vital para la economía estatal. La Acluvaq insiste en que la seguridad debe ser una prioridad para restaurar la confianza de los turistas y mejorar las cifras de ocupación en la región.
