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Túnez y un positivo crecimiento en el turismo

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Túnez anticipa una tendencia positiva para su próxima temporada de invierno, y prevé superar este año la barrera de los seis millones de visitantes, alcanzando así sus objetivos marcados.

Así lo reveló el director de la promoción de la Oficina Nacional de Turismo Tunecino (ONTT), Lotfi Mani.

En declaraciones a la agencia estatal TAP, el responsable explicó que “la estrategia de relanzamiento de turismo 2022-2024 aspira a recuperar el próximo ejercicio el 80% de los indicadores del periodo previo a la pandemia, con 9.5 millones de turistas y un regreso a la normalidad a partir del año siguiente”.

«A día de hoy, el balance del sector está en consonancia con los objetivos marcados», adelantó Mani, quien recordó que la actividad turística comenzó a partir de abril debido a las restricciones de viaje relacionadas con la crisis del coronavirus.

De los 5.9 viajeros que llegaron al país magrebí hasta el 10 de diciembre, más de un millón provienen de la vecina Argelina – que mantuvo sus fronteras terrestres cerradas durante dos años hasta el pasado julio – mientras el resto son originarios de la Unión Europea, principalmente de Francia, Alemania, Reino Unido, Polonia y República Checa.

Por otro lado, apuntó, las pernoctaciones hoteleras sumaron 18.5 millones durante el mismo periodo mientras que los ingresos sobrepasaron los 4.000 millones de dinares (equivalente a 1.200 millones de euros).

En cuanto al mercado local, cuyas cifras no hizo públicas, el directivo declaró que «no se trata de un salvavidas pero es una garantía para el turismo tunecino contra los avatares del mercado internacional».

Esta industria, que representa el 14% del PIB y del que dependen cerca de 400.000 empleos directos e indirectos, ha sufrido varias crisis desde el inicio de la transición democrática en 2011, especialmente tras la cadena de ataques terroristas en 2015, que terminaron con la vida de 72 personas, 60 de ellas turistas extranjeros.

Aunque las autoridades buscan diversificar la oferta más allá del turismo termal y de playa, con destinos alternativos como el sur desértico -que ocupa el 30% del territorio- o sus 2.000 sitios arqueológicos, por el momento es difícil competir con sus cerca de 1.200 kilómetros de costa.