Cada 8 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que recuerda la lucha histórica por los derechos laborales, la igualdad de oportunidades y la equidad de género en todas las áreas de la sociedad. Esta conmemoración tiene sus raíces en las movilizaciones de trabajadoras del siglo XX que exigían mejores condiciones laborales y el derecho al voto.
Hoy, el 8M es un símbolo de resistencia, reconocimiento y visibilización de los desafíos que aún persisten en la búsqueda de un mundo más justo.
Mujeres que transforman el turismo
En la industria del turismo, las mujeres desempeñaron un papel fundamental, transformándose en protagonistas imprescindibles para el crecimiento y la innovación del sector. Históricamente, el turismo fue un campo con una alta participación femenina, especialmente en áreas como la hotelería, la gastronomía y la gestión cultural. Sin embargo, los roles de liderazgo estuvieron por mucho tiempo reservados para los hombres.
Con el paso de los años, las mujeres rompieron barreras y hoy ocupan puestos estratégicos en agencias de viajes, organismos internacionales, gobiernos y empresas turísticas.
Ejecutivas, emprendedoras y gestoras de destinos demostraron su capacidad para innovar, generar desarrollo sostenible y promover un turismo más inclusivo. Además, cada vez más mujeres encabezan iniciativas de turismo rural, comunitario y de aventura, propulsando economías locales y promoviendo el empoderamiento de otras mujeres en el sector.
Hacia un turismo con mayor equidad
A pesar de los avances, aún existen desafíos. Las brechas salariales, el acceso limitado a financiamiento para emprendimientos femeninos y la baja representación en cargos directivos son obstáculos que requieren políticas activas para garantizar mayor igualdad. Programas de formación, redes de apoyo y certificaciones de turismo con perspectiva de género son algunas de las estrategias que buscan revertir esta realidad.
En este 8M, el turismo se posiciona como un espacio de oportunidades donde el liderazgo femenino es necesario e indispensable para una industria más equitativa, sostenible y resiliente.
