En el Día del Periodista en Argentina, celebrado cada 7 de junio, Tres60.Travel conversó con Ricardo Sosa, periodista y vicepresidente ejecutivo de la Asociación Internacional de Periodistas de Turismo (ASICOTUR), quien compartió su visión sobre el estado actual del periodismo y el desafío de adecuarse al impacto de las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial.
Sosa, con una amplia trayectoria en el periodismo turístico, destacó la importancia de la especialización y la adaptación a las nuevas tendencias en este campo, en tal sentido, manifestó que: «En los últimos años el periodismo relacionado al turismo ha ido creciendo constantemente divididos en diferentes ramas. Por ahí debemos tener también en cuenta que el periodismo turístico está concentrado en un sector en los grandes medios donde hay periodistas que escriben sobre turismo, lo hacen dirigido a la audiencia específica de viajes, detallando singularidades y particularidades de destinos turísticos o mostrando nuevos destinos turísticos en medios masivos de comunicación”.
Además, el vicepresidente de ASICOTUR resaltó el papel de los influencers en el periodismo turístico, pero también advirtió sobre la necesidad de mantener la ética y el rigor periodístico: «Tenemos abogados, médicos, diferentes profesionales haciendo de periodistas. El periodismo es una rama muy transversal que te permite tener una consideración sobre diferentes especialidades. Quien es periodista, lógicamente tiene la obligación de conocer la situación que sucede en diferentes ámbitos. Ahora, quien es un profesional se puede especializar en el ámbito periodístico sobre la temática. Los influencers, en este caso, son personas que tienen que generar interacciones en sus redes sociales, en base a una determinada temática. Dentro de esa determinada temática pueden, lógicamente, tener la posibilidad de dar a conocer diferentes cuestiones que la gente común no conoce, en el ámbito turístico como en otros ámbitos”.
Y ahondó: «A mi criterio, siempre y cuando se traduzcan esos servicios en la doctrina, si se le puede llamar así, del periodismo, que es informar, creo que está bien. Porque, en realidad, lo que la gente necesita es información. El consumo de información y el consumo de conocimiento hacen a las sociedades más importantes. Entonces, si el influencer da a conocer información que sea de interés, da a conocer cuestiones relacionadas en el ámbito turístico a destinos que nadie conoce o muestra de otra manera el destino, me parece muy interesante. Ahora, hay que tener en cuenta también que no se debe hacer periodismo desde el punto de vista del interés personal o el interés económico, más allá de que muchas empresas viven de la comercialización, porque en realidad se pierde el sentido final de vista”, manifestó.
En cuanto a la inteligencia artificial, Sosa reconoció su potencial para mejorar la eficiencia del periodismo, pero también enfatizó que no reemplaza la creatividad y el análisis humano: «Creo que en los últimos años el periodismo se ha ido adaptando a muchas cosas. En los últimos 20, 30 años, teníamos una mirada de un periodismo que se traducía específicamente a través de los diarios impresos, a través de las radios y a través de la televisión. Y había un periodismo que trabajaba mucho en la información, en el noticiero concreto de dar a conocer la información”.
Y continuó: «La llegada de la tecnología ha ido obligando, lógicamente, a un aggiornamiento por parte de todos en el ámbito general del periodismo. Creo que muchos se han ido adaptando, sobre todo las nuevas generaciones, los que tienen menos de 50 y aquellos que hemos tenido la posibilidad de tener una transversalidad en el conocimiento de lo que era el periodismo hace 30, 40 años y que en la actualidad hemos también tenido una adaptación muy interesante tratando de aprovechar, y yo creo que muchas veces depende de uno mismo también hasta dónde quiera llegar o la audacia de uno para comenzar a implementar cuestiones que sean disruptivas”.
En el contexto de la evolución del periodismo en la era digital, Ricardo Sosa reflexionó sobre la diferencia entre ser disruptivo y ser revolucionario en el ámbito periodístico, destacando cómo la tecnología generó una transformación en la manera en que se genera contenido y la importancia de adaptarse a estas nuevas formas de comunicación: “Hay que tener en cuenta una cuestión diferente entre ser disruptivo y ser revolucionario. Yo creo que la disrupción para mí es muy interesante en todos los ámbitos porque te ayuda a mirar más allá de donde uno está, te ayuda a analizar y a pensar más cuestiones que quizás en la vida diaria no serán”.
“La tecnología es la que nos ha invadido en estos últimos tiempos y constantemente nos está dando diferentes posibilidades de generar periodismo. De hecho, esta misma plataforma donde están ustedes tiene diferentes formas de comunicación en diferentes ámbitos, con diferentes redes sociales, a través de Internet. Este concepto muy novedoso que es insertar lo audiovisual de una mezcla de radio, de portal. Creo que ustedes son un poco el símbolo de ese proceso de adaptación que hoy vive el periodismo”, mencionó.
Sosa también abordó sobre cómo la inteligencia artificial se integró en el ámbito periodístico como herramienta que, aunque útil, tiene sus limitaciones frente al pensamiento humano: “En mi caso personal, yo he tratado también de ser un poco disruptivo y de ir con las nuevas tendencias. Ahora, la inteligencia artificial, lo que va a posibilitar es tener quizás una mayor inmediatez en las acciones diarias que podamos tener. Pero siempre va a tener un límite que es la inteligencia del hombre, porque la inteligencia artificial está nutrida de una cantidad importante de información que se genera gracias a la ejecución de lo que hace el hombre cargando esa información. Pero la inteligencia artificial, en mi criterio hasta el día de hoy, no tiene algo muy elemental que es el pensamiento propio del hombre”.
Y continuó: “Yo puedo darle una instrucción a cualquier espacio de inteligencia artificial para que me haga una nota en un minuto y medio sobre una temática que yo quiero. Y cuando yo la leo, considero que está bien. Ahora, si yo no la leo, la inteligencia artificial no va a tener una consideración o una aprobación por parte de alguien”.
“Entonces siempre va a terminar dependiendo de nosotros. Pero quien da la orden es, porque tiene una actividad constante, puede ser por necesidad, pero la inteligencia artificial, a mi criterio aún, tiene un límite que es la propia mente y la inteligencia del hombre. No va a tener nunca la visión que nosotros podamos tener”, reflexionó.
“Pero son opiniones muy singulares, cada uno tiene su punto de vista, que es de mucha utilidad para diferentes cuestiones”, finalizó.
