Terminado el mes de agosto, en España se difundieron datos realmente preocupantes, ya que se registraron 193.704 empleos menos y algo más de 20.000 nuevos parados, estos resultados son la clara explicación de una economía que depende pura y exclusivamente del turismo.
Lo más preocupante es que comúnmente estos datos aparecen al final de la temporada estival, con los trabajos de temporada en sectores como el ocio y la hostelería reduciéndose significativamente todos los años. Por esa razón, España posee una alta tasa de migración de profesionales.
Es un problema que afecta desde hace mucho tiempo a España, pero que se ve potenciado en la actual crisis del empleo y culpando en su totalidad a las protestas en contra del turismo de masas, sumada a la llamada “turismofobia”, lo que produjo que los propios ciudadanos duden de la dependencia de este sector para mantener los datos positivos del PIB en el país.
Al margen de toda esta situación, la buena noticia es que los resultados de esta temporada fueron menores que los registrados en el año 2023, cuando las cifras llegaron a los 221.540 empleos menos.
