Airbnb cerró el primer trimestre de 2025 con ingresos por 2.300 millones de dólares, un 6% más que en el mismo periodo del año anterior. Este crecimiento se explica principalmente por un aumento del 8% en las noches y actividades reservadas, a pesar de una leve caída en la tarifa media diaria (ADR).
La Semana Santa, que este año cayó en abril —fuera del primer trimestre—, impidió una comparación más favorable frente al mismo periodo de 2024, cuando coincidió con marzo. Aun así, la compañía mostró solidez, aunque su beneficio neto cayó a 154 millones de dólares, frente a los 264 millones del año anterior. Según Airbnb, esto se debe a un aumento del gasto en compensaciones en acciones, crecimiento de plantilla y pérdidas en inversiones privadas.
Lo más destacado, sin embargo, está por venir. Airbnb anunció que el próximo 13 de mayo presentará una transformación estratégica con la que busca ofrecer “más que alojamientos”. La empresa planea invertir entre 200 y 250 millones de dólares en nuevas líneas de negocio, respaldadas por una arquitectura tecnológica completamente renovada que permitirá innovar y escalar nuevos productos con mayor agilidad.
«Con el tiempo, nos alejaremos cada vez más de nuestro negocio central», afirmó Brian Chesky, CEO y cofundador de Airbnb. El objetivo es ampliar la experiencia del usuario más allá del hospedaje, incluyendo servicios, experiencias y propuestas que respondan a lo que los viajeros no sabían que necesitaban.
Desde 2023, la plataforma ha eliminado más de 450.000 anuncios considerados de baja calidad, en una apuesta por mejorar la experiencia del usuario. El segundo trimestre también anticipa buenos resultados: se esperan ingresos entre 2.990 y 3.050 millones de dólares, lo que representaría un crecimiento de hasta el 11% frente a 2024.
La nueva etapa de Airbnb se perfila como un movimiento estratégico para consolidarse no solo como una plataforma de hospedaje, sino como un ecosistema completo de viajes.
