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El turismo internacional repunta en España este otoño a la espera de una caída en 2023

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Por Lucía Puerto

Natalia Bayona (OMT): “Mercados como el ruso eran de gran interés para países como España, de ahí que, con el cierre de fronteras, debamos realizar esfuerzos adicionales para diversificar los mercados”.

Ricardo Fernández (Destinia): “La rentabilidad de los hoteleros y de las empresas turísticas en el último trimestre será muy baja”.

El turismo nacional despegó enormemente estas vacaciones a pesar de la subida de precios generalizada. Los viajes por España alcanzaron en el período estival los niveles previos a la pandemia, en parte gracias al turismo nacional, ya que en el mes de julio se situaba solo un 10% por debajo de los registros del verano de 2019. De acuerdo con el estudio ‘Think’ publicado por ING, el turismo en nuestro país se recupera en julio y agosto al 90% con respecto del estallido de la Covid-19.

“El turismo está pasando por uno de sus mejores momentos en España desde el inicio de la pandemia. Ha sido un país ejemplar en la apertura de fronteras con responsabilidad y, gracias a esto, hoy podemos celebrar las cifras de llegada de viajeros y gasto que se recuperan rápidamente”, expresa Natalia Bayona, directora de innovación, educación e inversiones de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Además, la directora señala que la inversión hotelera en España ha batido récord en el último semestre con la llegada de 1.521 millones, lo que demuestra el apoyo del sector privado hacia el turismo.

El turismo nacional en julio y agosto se ha levantado con más fuerza, atraídos por la toda la riqueza que aporta España. Bayona apunta que, sin duda, la cultura, gastronomía y la visita a las islas seguirán siendo los productos principales, sin olvidar las buenas oportunidades que el turismo rural ofrece. De hecho, el número de huéspedes de los hoteles españoles superó por primera vez en julio los niveles del mes de 2019. Sin embargo, se refleja un leve descenso el turismo extranjero en nuestro país en verano.

Según datos facilitados por AirHelp, España es el sexto país de Europa con más vuelos cancelados entre mayo y agosto, en concreto, con 1.718 cancelaciones de un total de 275.595 operaciones. Hay que tener en cuenta que han sido unas vacaciones marcadas por huelgas aéreas y una crisis geopolítica en el territorio europeo sin precedentes. Hoy, 27 de septiembre, por el Día Internacional del Turismo, Capital celebra que el turismo veraniego nacional ha pisado con fuerza en España, pero ¿qué le acontece al turismo en otoño?

El turismo internacional sube en septiembre

La ocupación hotelera de huéspedes nacionales ya superaba en abril de este año los niveles prepandémicos, mientras que el de internacionales seguía registrando un 3% menos en julio. El verano ha sido menos positivo en las visitas extranjeras de lo habitual. Sin embargo, el director relata que a partir de septiembre el turismo internacional está acumulando reservas de cara a los dos primeros meses de otoño y con antelaciones importantes.

“Contrario a lo que se esperaba, las reservas en septiembre comenzaron en niveles muy altos, en parte empujados por el buen desempeño de los mercados internacionales, con Reino Unido y Alemania a la cabeza”, afirma Ricardo Fernández, director general de Destinia. Aunque se registra una leve bajada, los vaticinios son positivos.

“Vamos a acabar por debajo debido al ralentizamiento de las reservas de británicos tras el fallecimiento de la Reina, pero las perspectivas para septiembre y octubre son muy buenas con las aerolíneas empujando para abrir rutas y frecuencias”, dice el director general. Además, comenta que en octubre el perfil de visitante que viajará a España será un turista mucho más internacional, que va a buscar destinos del litoral y Canarias principalmente.

“Viene uno de los otoños más fríos de la región, con lo cual, existe una oportunidad para que aquellos que viven en destinos más hacia el norte como Alemania, Reino Unido, Noruega, Suecia, vean en España el lugar perfecto para pasar una temporada de fin de año y que las cifras permanezcan estables”, alude Bayona, resaltando que el turismo internacional promete ser elevado en el último período de 2022.

Entre otros tipos de turismo, el director recalca que también va a ser muy relevante el turismo de incentivos y congresos que va a tirar de las grandes ciudades y que va a vivir su primer otoño normal desde la pandemia. “Hay que pensar que mucho de lo contratado se hizo en 2021 y lleva más de 12 meses organizado”, comenta Fernández. De hecho, de acuerdo con Booking.com, la ocupación hotelera será de más del 80% durante el otoño en España.

“Hay que recordar que venimos de varios años de pandemia dónde varios países tienen restricciones fuertes de entrada y salida de viajeros. Según el barómetro de la Organización Mundial del Turismo, Europa está liderando la recuperación llegando a niveles del 74% de llegadas de 2019. España ha sido líder en la apertura con lo cual, se ha posicionado como un país pionero en la llegada de viajeros”, explica la directora de la OMT. No obstante, lejos de que la pandemia sea ya un problema fuerte para viajar, ahora al turismo le acarrea otro problema sumamente importante: la inflación.

 

La inflación reduce las buenas previsiones

La subida acelerada de los precios puede poner en jaque al turismo pese a las buenas previsiones. “El fenómeno de la inflación es un fenómeno global. El alza de precios por la crisis energética lleva a que no sólo los precios del turismo aumenten, sino el de los alimentos, combustibles y demás materias primas que componen la industria”, analiza Bayona. Las familias prefieren ahorrar y deciden viajar menos, más barato y durante menos tiempo, por eso la esperanza reside también en el turismo de congresos.

En comunidades como Andalucía se espera un otoño lleno de incertidumbre a causa de la inflación, ya que igual frena los números esperados del turismo. El presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia, Manuel Cornax, declaró a La Razón que en el sector hay cierta preocupación por la coyuntura económica. En este escenario de la inflación en dos cifras, Fernández comenta que “costará más a los hoteles poder trasladar al consumidor la inflación en materias primas y energía”. “Hemos visto una caída del 17% en el precio medio por noche en España en septiembre respecto a agosto”, narra el director general de Destinia.

Así coincide Booking.com que, según sus datos, indica que el precio medio de las reservas se ha incrementado y hacer una reserva en septiembre de 2022 es un 17% más caro que en el mismo mes de 2021 y un 35% más que en 2020. En este sentido, Cornax ha señalado que desde mediados de octubre puede ser difícil conseguir buenos números, y eso que Andalucía ha liderado el turismo nacional en agosto con casi un 25% del total de pernoctaciones. Y la región andaluza no es la única preocupada.

Los hosteleros navarros no vaticinan buenos registros en la temporada otoño-invierno de 2022 ante la leve caída del 0.5% de las pernoctaciones en agosto. “La rentabilidad de los hoteleros y de las empresas turísticas en el último trimestre será muy baja y algunos tendrán que decidir si les resulta rentable estar abiertos en estas condiciones”, dice Fernández. A pesar de ello, la visión de Bayona del futuro del turismo en España es positiva porque considera al país el lugar perfecto para pasar una temporada de fin de año y que las cifras permanezcan estables.

De hecho, Madrid prevé un buen otoño para el turismo. El Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que julio por primera vez supera a junio en visitantes de otras nacionalidades en la capital. En total llegaron a Madrid 625.696 personas de fuera del extranjero. “Los hoteleros dicen que tienen muchísima reserva anticipada para otoño, la época de la gran apertura cultural para Madrid”, ha expresado la consejera de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz. La inflación, no obstante, podría variar la situación prevista del turismo internacional, teniendo en cuenta también la crisis geopolítica actual.

Resiste el turismo pese a la guerra en Ucrania

La guerra en Ucrania podría alterar el turismo. La semana pasada ya vimos los billetes agotados para viajar desde Rusia y la seguridad empieza a ser un requisito primordial del viajero para hacer turismo. “Es claro que sin seguridad no hay confianza y sin confianza, no puede existir el turismo”, comenta Bayona, pero aclara que, de momento, no hay cifras que evidencian que la llegada de viajeros internacionales a diferentes destinos esté siendo afectada a nivel global por la crisis geopolítica actual.

“Lo cierto es que mercados como el ruso, eran de gran interés para países como España. De ahí que, con el cierre de fronteras, debamos realizar esfuerzos adicionales para diversificar los mercados y lograr compensar con llegada de viajeros de otros países como Estados Unidos o América Latina”, dice la directora de la OMT.

Fernández incide en que, aunque “el impacto en el precio de los carburantes es evidente, convivirá con la necesidad de las aerolíneas de volar y no esperan mayores subidas de los precios en este último trimestre por este motivo”. Bayona argumenta que Europa del este, por su cercanía a la guerra, podría verse afectada en el medio plazo por el cierre de las fronteras o la cancelación de frecuencias aéreas. Aun así, los traslados aéreos no se espera que sean el mayor impedimento para el turismo el último tramo de 2022.

El problema entra en el arranque de 2023, cuando preocupa una caída frente el boom ocurrido en el período estival, y es que la buena racha turística que ha acontecido a España se estima que llegue a su fin con la llegada del invierno. Un reciente estudio presentado por Unidema Research pronostica un nuevo freno de la actividad turística en 2023 que impedirá que la aportación del sector al PIB supere las cifras del 2019 hasta, al menos, el año 2024.

Es más, la llegada de turistas alemanes, que son uno de los principales viajeros extranjeros a España, podría reducirse más de un 18% en 2023. Fernández afirma que los datos de reserva dejan de ser esperanzadores: “Las mayores incertidumbres se esperan en invierno a partir de diciembre y enero, que es clave para entender el comportamiento de los consumidores extranjeros en la temporada alta canaria”. Por tanto, los turistas extranjeros podrían salvar los viajes en otoño, frente a un invierno que no se estima tan prometedor.

Fuente:capital.es/