¿Qué es la arquitectura orgánica?
La arquitectura orgánica es una combinación entre arte y filosofía caracterizada por la funcionalidad y la búsqueda de armonía e integración de la construcción con el entorno.
“Se trata de no ser tan invasivo con el entorno, de valorar y respetar lo que la naturaleza nos dio, adaptándonos a ella y utilizándola de inspiración” nos cuenta Ernesto Sanchez, gestor del Wifala Harmony y quien por dos años se dedicó a diseñar cada rincón y detalle de este espectacular hotel.
La ingeniería cobra un rol sustancial en el desarrollo de proyectos bajo este diseño. Es gracias a ella que se permite darle vida a los conceptos que la imaginación y la naturaleza evoca a sus creadores. Es, al final, la que decide la forma de la inspiración.
Así, a lo largo del recorrido por las instalaciones del hotel vamos reconociendo diversas estructuras y formas presentes en la naturaleza y que, de manera sigilosa, se vuelven protagonistas de este hotel.
Sobre las instalaciones
Colores y formas. Muchos matices. “Es que la naturaleza está llena de matices” nos explica Ernesto. Entrar al hotel Wifalia Harmony es empezar un viaje sensorial. Los sentidos se despiertan y es imposible que no ahonden en las paredes y sus curvas. En las formas de las ventanas. En la escalera de caracol. En cada rincón.
La parte central, rodeado de las ventanas de los cuartos, es la recreación de un bosque. Es el espacio donde “todo se encuentra”, adornado por un árbol y distintas plantas, rodeado por la representación de un río.
Cada cuarto es un mundo aparte. En sus 13 habitaciones, dos de ellas suites, Ernesto ha puesto conceptos y elementos propios que le dan a cada una de ellas una personalidad distinta y en honor a ello, las ha nombrado con significados muy especiales y todos hacen referencia a elementos de la cosmovisión andina.
Y es que, además de las marcadas características dadas por su diseño, el hotel Wifala Harmony considera elementos andinos en su desarrollo, honrando así la cultura donde se encuentra, la del Valle Sagrado. Incluso, el nombre del sitio, “Wifala”, significa en quechua “baile de la bandera” o de las flores. Es un símbolo de alegría y fiesta.
Finalmente, el hotel cuenta con un salón de estructura parabólica ideal para practicar yoga o meditación. Un espacio ideal de reunión para recargar las energías. Un restaurant con platos con productos típicos de la zona y áreas verdes con mesas y sillas para disfrutar del entorno del valle complementan la estancia.
Vale totalmente la pena visitarlo pues las palabras para describirlo faltan. Entrar a este mundo lleno de vida y color es una experiencia singular. Para más información:
fuente: andrea Chaman, infoturlatam.com
