La Antártida, el Everest y el Aconcagua lideran la lista de los destinos más extremos que están atrayendo a un número creciente de viajeros dispuestos a desafiar la naturaleza.
Para muchos, las vacaciones son sinónimo de descanso y confort. Sin embargo, un número cada vez mayor de turistas prefiere cambiar las comodidades modernas por la adrenalina de enfrentarse a los entornos más inhóspitos del planeta. Estos aventureros buscan lugares donde el desafío físico y mental se convierte en parte de la experiencia, y no son pocos los destinos que ofrecen este tipo de emociones extremas.
De acuerdo con una encuesta de Antarctica Cruises, los entornos más remotos e inexplorados del mundo son los favoritos de estos viajeros intrépidos. Encabezando la lista está el desierto antártico, una vasta extensión de 13.66 millones de km² donde las temperaturas caen hasta los -33°C, los vientos alcanzan los 50 mph y la ciudad más cercana está a más de 900 kilómetros. A pesar de estas condiciones, la Antártida se ha convertido en un destino turístico en auge, con más de 100.000 visitantes esperados en 2023, atraídos por su incomparable belleza helada, su vida salvaje única y la posibilidad de experimentar lo inexplorado.
Otro ícono de los viajes extremos es el monte Everest, en Nepal, el cual representa el pináculo de la resistencia humana. Si bien ascender hasta su cima, a 8.848 metros, es un reto reservado para unos pocos, miles de turistas optan por la caminata hasta el campamento base, una travesía de gran altitud que ofrece paisajes impresionantes y la esencia del Himalaya.
Argentina también se destaca en esta lista con tres imponentes cumbres: el Aconcagua, el pico más alto fuera del Himalaya; el Cerro Mercedario y el volcán Walther Penck. El Aconcagua, con sus casi 7.000 metros y condiciones climáticas extremas, atrae cada año a escaladores de todo el mundo, aunque solo el 30% logra alcanzar la cumbre. No obstante, la recompensa es inigualable: vistas panorámicas que se extienden desde los Andes hasta el Pacífico.
El turismo de aventura, especialmente en estos lugares inhóspitos, sigue en aumento. Viajar a estos destinos no solo es un desafío físico, sino una oportunidad de conectar con la naturaleza en su estado más puro y salvaje.
